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Metro de Madrid ahorrará todos los años 27 toneladas de papel y 1,8 millones de euros una vez que desaparezcan, a partir del 1 de enero, los billetes magnéticos, que dejarán de venderse mañana martes, aunque quienes todavía tengan alguno podrán utilizarlo hasta el 31 de diciembre.

La presidenta regional, Cristina Cifuentes, ha "despedido" hoy el billete magnético, "de papel", visitando en la estación de Metro de Sol una exposición con todos los formatos que han tenido los títulos de transporte desde la creación de Metro hace ya casi un siglo, e incluso desde antes, con billetes que portaban los pasajeros del Ómnibus, una diligencia urbana tirada por caballos.

El paso del billete magnético a las tarjetas sin contacto suponen, según ha dicho la presidenta, un salto del siglo XIX al siglo XXI, y refleja que "el futuro está ya aquí".

Aunque los billetes magnéticos podrán usarse hasta el 31 de diciembre, ya no se venderán en las máquinas expendedoras, donde sí podrá adquirirse la tarjeta Multi, sin contacto, en la que se pueden recargar billetes sencillos, metrobuses o billetes de diez viajes de distintas líneas de autobuses interurbanos, además de poder acceder también al servicio de alquiler de bicicletas BiciMad.

Una tarjeta que, según Cifuentes, "nos adentra en el futuro", con una tecnología "mucho más moderna, cómoda, segura y ágil", además de más ecológica, puesto que se ahorrarán 27 toneladas de papel al año.

La presidenta ha resaltado que la modernización de Metro con estas nuevas tarjetas sin contacto son solo una muestra de cómo la compañía se ha adaptado al siglo XXI, con cambios como la incorporación de puntos de recarga para móviles en trenes y andenes 93 estaciones con tecnología 4G, o acciones que "han permitido reducir el consumo de electricidad por kilómetro recorrido a la mitad de la media de lo que consumen otros grandes Metros del mundo".