La Guardia Civil y la Policía Municipal de Madrid han desarticulado una red, con 42 investigados, que sustraía papel y cartón de los contenedores de la capital, los mezclaba con otros residuos legales y los vendía sin control a China e India, con un perjuicio para el Ayuntamiento de la capital de 16 millones de euros desde 2015.
Así lo han informado los dos cuerpos, que han dado cuenta de los resultados de la operación Hartie por la que se ha destapado una organización delictiva a la que se le imputan delitos contra el medio ambiente, robo y hurto de residuos, blanqueo de capitales y traslado de residuos ilícitos al sudeste asiático.
Detrás de esas personas que habitualmente se ven en la capital con el cuerpo metido casi en su totalidad en la boca de los contenedores de cartón, se escondía toda una red criminal que contaba con ciudadanos rumanos para traficar con los residuos.
Según ambos cuerpos, la investigación se centró en una empresa gestora de residuos que organizaba la recogida de papel y cartón de Madrid de manera ilegal.
El residuo era mezclado con otro de procedencia lícita para después, sin cumplir la legislación vigente, trasladarlo al sudeste asiático.
Los investigadores han acreditado 278 traslados ilegales, con un peso de 67.300 toneladas y un valor de 10 millones de euros. En esa cantidad, según han indicado fuentes de la investigación, se incluye tanto el material robado como el que legal con el que lo mezclaban.
La organización estaba perfectamente coordinada y estructurada y establecía rutas de recogida en camiones conducidos en su mayoría por rumanos.
De este modo, los miembros de la organización sustraían el residuo de los contenedores municipales, que eran dañados al forzarlos, lo que generaba un aumento de insectos en los residuos de papel y cartón que quedaban fuera de esos recipientes.
Todo lo sustraído era recuperado por la citada empresa para su posterior exportación a terceros países.Al comprar la empresa ese residuo y mezclarlo con otro de procedencia legal, blanqueaba y ocultaba el papel sustraído, subraya el comunicado de la Guardia Civil y de la Policía Municipal, que precisa que se han intervenido 11 camiones cuya titularidad tampoco correspondía con sus conductores.
Durante todo el periodo investigado -prácticamente todo 2019-, los investigadores calculan que la red sustrajo más de 9.300 toneladas con un precio estimado de mercado de 1.300.000 euros.
En ningún momento la empresa comunicaba a las autoridades pertinentes los traslados hacia China, India, Indonesia y Corea del Sur, principalmente, por lo que no se ejercía control sobre los mismos y, por tanto, se desconocía si habían tenido el tratamiento adecuado al tipo de residuo una vez en destino.
La investigación, coordinada por la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, ha sido dirigida por agentes pertenecientes al SEPRONA de la Guardia Civil en colaboración con agentes de la Policía Municipal de Madrid, quienes iniciaron las primeras investigaciones en la capital.
Actualmente las diligencias se encuentran abiertas en el Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid.También se ha contado con el apoyo de Europol en el análisis de las comunicaciones y de la documentación para ver si existían posibles relaciones con el resto de países europeos.
Del mismo modo, ha colaborado de la Subdirección General de Residuos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y la Dirección General de Servicios de Limpieza y Residuos del Ayuntamiento de Madrid.