Los restos de Miguel de Cervantes serán colocados en un plazo de 15 días -antes de la formación del nuevo gobierno municipal- en un lugar destacado en la Iglesia de las Trinitarias Descalzas, el templo del centro de Madrid donde estaban enterrados como confirmó un exhaustivo trabajo de investigación.
El autor del Quijote descansará así en un monumento funerario que ocupará el inicio del muro izquierdo de la iglesia, a unos pasos de la puerta principal, recordado por una placa con un texto redactado por la Real Academia Española con el visto bueno del Arzobispado.
Lo que aparezca en esa placa es por ahora un misterio que no ha sido desvelado ni siquiera hoy, en la visita que ha hecho a la cripta donde se encontraban los restos de Cervantes la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, acompañada por algunas de las firmas más destacadas de la actual literatura española en la víspera de la inauguración de la 74 Feria del Libro de la capital de España.
Junto a Ana Botella han visitado la iglesia y han bajado a su cripta los premios planeta Espido Freire, Carmen Posadas y Javier Moro y los autores Luis Alberto de Cuenca, Nativel Preciado, Gonzalo Giner y Javier Sierra, que se ha llevado un ejemplar del Quijote que ha sido firmado por todos como recuerdo de este día.
El director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, José Francisco García López, les ha explicado que el monumento funerario de Cervantes ocupará una parte del muro de la iglesia -en la que ahora hay una imagen de San Antonio que será reubicada- en el que se ha localizado un hueco de dos metros de altura por 60 centímetros de anchura y 45 de profundidad.
El historiador Francisco Marín Perelló, miembro del equipo de Investigación que realizó los trabajos de búsqueda de los retos de Cervantes, ha asegurado durante la visita que la identificación de lugar donde estaba enterrado Cervantes "está atado al cien por cien" porque, ahora sí, existen "certezas históricas, documentales, arqueológicas y de arqueología forense".
El delegado madrileño de Las Artes, Pedro Corral, ha asegurado que "todo concuerda y no hay ninguna discrepancia" mientras la alcaldesa ha destacado que la imposibilidad de realizar pruebas de ADN de los restos hallados no deslegitima lo que han confirmado especialistas de tres disciplinas: "antropología, arqueología e historia".
Marín Perellón, reciente descubridor del documento que certifica el pago de 13.600 maravedíes o 400 reales al sepulturero Miguel Hortigosa por trasladar desde la antigua iglesia de San Ildefonso hasta la cripta del convento de las Trinitarias Descalzas los restos de 17 personas, entre ellos los de Miguel de Cervantes, ha contado a los presentes los pormenores y algunas curiosidades de la investigación.
Además de no descartar que también se pueda localizar el testamento de Cervantes, el historiador ha señalado que el enterramiento en esta cripta esconde todavía "asuntos sin explicar".
Entres esos asuntos ha mencionado el gran número de enterramientos infantiles y de momias encontradas, que no deben corresponder al orfanato cercano. Los expertos que todavía siguen trabajando con los restos hallados en la cripta de la iglesia han encontrado durante estos meses "alguna que otra sorpresa", ha dicho, como la certificación de la identidad de uno de los niños guardada en el tarro de cristal original, dentro a su vez de un cartucho de plomo.