La madrileña Puerta de Alcalá se ha convertido esta noche en un escenario de luz y sonido durante seis horas gracias a la Gala World Wide Festival que, enmarcada en el Orgullo Gay, ha tenido su momento más álgido con la salida al escenario de la cantante Marta Sánchez.
El evento, que forma parte de la programación del World Pride 2017, ha comenzado sobre las ocho de la tarde y ha congregado a miles de personas ante uno de los escenarios que estos días invaden el centro de la capital.
La encargada de presentar la gala ha sido la Terremoto de Alcorcón, que ha ido preparando el ambiente festivo -en el que han bailado y cantado mayores y pequeños- hasta la actuación de Marta Sánchez, a la que ha denominado "la rubia de España".
No ha sido hasta las doce de la noche cuando la cantante de "Desconocida" ha subido al escenario, entre aplausos y ovaciones de los más animados.
Ataviada con un llamativo traje transparente y con un gran rayo rojo, ha arrancado su espectáculo cantando "Let's dance", del mítico David Bowie, para continuar con "Soldados del amor" y a partir de ahí, ir entonando sus grandes éxitos ante una gran pantalla en la que se proyectaba en ocasiones la bandera arcoiris.
Antes de Marta Sánchez le ha tocado el turno a varios artistas como OBK, Olé Olé y The Wheather Girls que han conseguido que todo el público se revolucionase con su música.
El ambiente durante toda la noche ha estado marcado por la celebración y la fiesta, con éxitos de ayer, hoy y siempre, como el clásico "It's raining men".
En el concierto se encontraban muchos turistas que han venido expresamente a Madrid a vivir la fiesta, como ocurre con un grupo de Bilbao que llegó ayer al epicentro del World Pride y que, en conversación con EFE, han señalado que lo importante "no es solo el evento, sino la reivindicación de los derechos LGTBI en todo el mundo".
El espectáculo y sus espectadores han estado vigilados en todo momento por un amplio dispositivo policial que controlaba todas las entradas a la plaza, algunas de las cuales incluso han estado cerradas para evitar afluencias excesivas de público.
En todo momento las celebraciones de esta noche han discurrido de forma tranquila, sin aglomeraciones ni altercados y solo con la idea general de pasarlo bien en un Madrid que estos días es una explosión de derechos, reivindicaciones y espectáculos de Orgullo LGTBI.
Aunque muchos de los que se han unido hoy a la fiesta portaban la bandera arcoíris, los había más atrevidos que se han disfrazado e incluso otros han optado por los clásicos pantalones de cuero y pelucas de colores.
"Para mí el Orgullo es una fiesta en la que cualquier persona ya sea homosexual o bisexual se siente acogido en una ciudad como Madrid", ha comentado a EFE Pedro, uno de los asistentes a esta gran Gala.
La fiesta continuará en el escenario de la Puerta de Alcalá al menos hasta las tres de la madrugada con un espectáculo de DJ's internacionales del colectivo LGTBI.