Gonzalo Zafra tiene 9 años. Él ha ganado el concurso internacional 'Ideas para Escuchar' que organiza la empresa MED-EL. Gonzalo ha inventado un dispositivo inspirado en un superhéroe de Marvel. "Igual que Iron Man tiene a J.A.R.V.I.S, su asistente con inteligencia artificial, a mí me gustaría tener a RONDIS, un asistente integrado en mi RONDO 2".
El concurso se enmarca en el Día Internacional del Implante Coclear, que se celebra el 25 de febrero. El certamen desafía a los niños de entre 6 y 12 años a diseñar ideas creativas para mejorar la calidad de vida de las personas con pérdida auditiva y Gonzalo ha sido uno de los galardonados por su invento.
Tecnología y esfuerzo personal
Cristina, la madre de Gonzalo, cuenta que al nacer fue diagnosticado de hipoacusia severa a profunda en el oído izquierdo. A los tres años también comenzó a tener problemas en el oído derecho. Desde hace dos años lleva un implante coclear en el oído izquierdo y un audífono en el derecho.
El implante ha mejorado su calidad de vida, lo reconocen tanto la madre como el niño, pero esta tecnología ha necesitado mucho esfuerzo, constancia, y muchas horas de logopedia. Había que aprender a escuchar, cuenta Gonzalo.
Dice Cristina que ahora Gonzalo está incluso más tranquilo y relajado. "Antes tenía que hacer mucho esfuerzo en el día a día, ahora está más descansado", asegura.
En el colegio
Gonzalo dice que se desenvuelve muy bien en clase. Este año es un poco más complicado por el uso de las mascarillas que dificultan interpretar algunos signos de la expresión que ayudan a las personas con hipoacusia. En el aula la profesora tiene un micrófono sincronizado con el implante de Gonzalo y recibe así las explicaciones con mejor calidad auditiva.
Lo peor, asegura el niño, es el ruido de fondo que dificulta escuchar bien. Pero está acostumbrado a ir solucionando este problema. Cuando era más pequeño, cuenta su madre, el ruido al mover las sillas de la clase le molestaba mucho. La solución fue poner pelotas de tenis en cada pata de cada silla. Aún recuerdan las 102 pelotas que tuvieron que perforar y colocar.
Además del implante, otras de las claves en el buen desarrollo de la audición de Gonzalo han sido los especialistas que le han tratado y el apoyo de su familia. Él es menor de tres hermanos. Su madre se muestra optimista y asegura que los niños con pérdida auditiva pueden tener un desarrollo normal con las tecnologías y los apoyos actuales.