Los dueños de la conocida cafetería y confitería Embassy de Madrid aseguran que "en ningún momento se han planteado el cierre de la empresa", pero han reconocido que "están buscando alternativas" para seguir ofreciendo sus servicios a sus clientes habituales "y al resto de vecinos de la capital".
En un comunicado oficial, la dirección del histórico salón del té situado en el paseo de la Castellana ha querido salir al paso de los rumores e informaciones sobre el posible cierre del establecimiento, aunque ha apuntado que están estudiando distintas fórmulas empresariales "que permitan hacer viable" la compañía.
"La crisis económica que ha atravesado nuestra economía, y de forma muy directa en nuestro sector, ha contribuido a que esta empresa esté buscando cambios en el modelo de negocio que actualmente desarrolla", han esgrimido en el comunicado.
'SALVAR EL EMBASSY'
Por otro lado, los periodistas y escritores Emilia Landaluce e Ignacio Peyró han elaborado un manifiesto titulado 'Salvar Embassy es salvar a lo mejor de Madrid'.
En él, recuerdan que en los últimos años han cerrado míticos restaurantes madrileños como el Jockey y el Príncipe de Viana, o la coctelería de Balmoral. "En los últimos años, Madrid ha perdido algunos de estos lugares señeros sin los que una ciudad no merece pro completo el nombre de ciudad", explican.
Por ello, ante las informaciones sobre el cierre de Embassy, los firmantes han señalado que Madrid "no puede permitirse el adiós a un local que, lejos de ser un mero salón de té, ha llegado a ser inseparable de la historia íntima de la ciudad y a convertirse en un patrimonio del espíritu de todos los madrileños; memoria de un gusto, un cosm9opolitismo y un hedonismo muy propios de la capital de España".
Así, recuerda que en el lugar se han escrito importantes páginas de la literatura europea y se han gestado "algunos de sus más hermosos momentos de libertad".
"Fue un bastión anglófilo en la 'noche y niebla' de los años 30 y 40. La complicidad activa de este salón de té fue determinante para salvar a miles de judíos llegados a la frontera española tras huir de un continente aherrojado por el nazismo. Desde entonces, Embassy ha encarnado un ideal de tolerancia y de apertura", destacan los periodistas.
Por ello, consideran que su cierre "haría de Madrid un lugar más vulgar y prosaico, más impersonal y más áspero, una ciudad capaz de prescindir de su memoria sentimental y de espacios para la sociabilización y la conversación civilizadas".
"Salvar Embassy es hoy, nada más y nada menos, una gran causa par ala responsabilidad cívica. 'Madame se meurt', escribe Bossuet en la agonía de Enriqueta Ana de Inglaterra. Ojalá nuestros esfuerzos eviten para Embassy el triste sino del 'madame est morte', mientras celebramos su larga vida con otro cóctel de champagne", concluyen los firmantes.