Vivir en un piso de apenas 9 metros cuadrados no es imposible, pero para un matrimonio de Ciudad Lineal se ha convertido en una pesadilla porque nada funciona en él. No hay salida de humos en la cocina ni ventilación en el pequeño baño, la nevera no funciona y, para colmo, las cuatro paredes del micropiso están llenas de humedades, tanto en el techo como en las paredes y el suelo.
Sara y su marido están en paro y no tienen ingresos, tienen una niña pequeña y esperan otro bebé. Dependen de Cáritas para vivir y poder comer a diario. Además, tampoco pueden pagar el alquiler, deben varios meses y están preocupados porque pueden perderlo todo. Las humedades del reducido piso afectan a la salud de toda la familia, pero muy especialmente a la del padre que sufre de apnea del sueño.
El micropiso es el resultado de la decisión del dueño de "trocear" un piso mayor para embolsarse cinco alquileres. Han puesto el caso en conocimiento del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, pero hasta el momento no han tenido respuesta. Esta familia pide ayuda para mejorar su situación y, al menos, para que se arregle lo que debería funcionar en el piso y se quiten las humedades que sufren.