La oposición municipal ha pedido a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que no firme nada con el empresario chino Wang Jianlin sobre el desarrollo urbanístico de la Operación Campamento cuando quedan poco más de cuatro meses para las elecciones que pondrán fin a su mandato.
En la rueda de prensa previa al Pleno municipal de mañana, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha pedido públicamente a la alcaldesa "que sea consciente de que está negociando cosas al final de su mandato que a lo mejor no puede cumplir" en caso de que a partir de mayo gobierne la izquierda.
"Ya le dije que no tomara medidas que hipotequen luego la vida de los madrileños y de los gobiernos que vengan", ha señalado Lissavetzky, que ha añadido: "me parece bien que se reúna con quien le parezca oportuno, también se reunió con los de Eurovegas, pero necesitamos transparencia, saber qué se está hablando".
A su juicio, Ana Botella "no debe dar un paso más allá de lo que es la cortesía de recibir a un empresario que quiere invertir" en Madrid, más aún cuando éste es un proyecto que "merece un debate bastante a fondo". "Nunca estaré yo ni mi grupo en contra de las inversiones en Madrid pero vamos a hacerlo con la prudencia que exige la situación y las propias encuestas", ha pedido Lissavetzky.
El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Ángel Pérez, se ha preguntado si éste es "el mejor momento" y "hasta qué punto se debería comprometer la actuación a cuatro meses de las elecciones".
"Hacer las cosas de esta forma a cuatro meses de las elecciones municipales puede servir para hacer algún titular pero no nos tranquiliza", ha manifestado Pérez, que ha advertido además de que en este caso "habría que discutir el impacto urbanístico" de esa operación y ver, por ejemplo, "si va a generar empleo y no va a ser lesiva desde el punto de vista social".
A su vez, el portavoz municipal de UPyD, David Ortega, ha indicado que su grupo está "a favor de todo lo que sea inversión en la ciudad pero no a cualquier precio y sin ningún tipo de límites".
Tanto la alcaldesa de Madrid como el presidente regional, Ignacio González, han confirmado que esta semana tienen previsto reunirse con el grupo empresarial de Jianlin, Wanda, para abordar esta inversión, que el propio multimillonario chino cifró en 3.000 millones de euros.