(Actualizado

Los grupos de la asamblea se han posicionado hoy sobre el déficit público que deben cumplir este ejercicio las Comunidades Autónomas. Mientras la oposición pide una nueva fiscalidad y acusa al gobierno de querer recortar el estado autonómico, el PP cree que aunque el déficit de nuestra Comunidad es razonable, hay que seguir trabajando para reducirlo.

La oposición ha augurado nuevos recortes en servicios sociales bajo la excusa del déficit y ha criticado que la Comunidad dé "regalos fiscales" a los más ricos, acusación que ha negado el PP, que ha afirmado que pese a que Madrid ha cumplido el objetivo de déficit no va a "echar las campanas al vuelo".

Durante una rueda de prensa tras la Junta de Portavoces de la Asamblea, los grupos se han referido a la reunión de esta tarde del Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde el Gobierno y las comunidades abordarán el nuevo objetivo de déficit para 2012.

Tomás Gómez, portavoz del PSM, ha asegurado que es el Estado quien debe decidir con qué instrumentos y medidas va a reducir el déficit, porque la deuda que tienen la comunidades autónomas es la que generan los servicios esenciales (sanidad, educación o políticas sociales), y en eso no se debe recortar.

"Lo que intenta el PP, bajo el mantra de reducir el déficit, es recortar en derechos a los ciudadanos", ha alertado Gómez, que ha instado al Gobierno a recortar eliminando altos cargos, gastos de propaganda, gastos financieros o políticas de privatizaciones.

Gómez ha pedido a Aguirre que explique por qué desde que gobierna el déficit en Madrid ha aumentado en 7.000 millones (2.392 millones en 2011), y le ha instado a reclamar al Gobierno de Mariano Rajoy los millones que decía que le debía el Estado cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero. "No ha vuelto a hablar de esa deuda", se ha quejado.

El portavoz de IU, Gregorio Gordo, ha acusado al Gobierno de Aguirre de regalar 19.000 millones en deducciones fiscales a las rentas más altas y, al mismo tiempo, hacer ajustes y recortes en sanidad o educación, por ejemplo al no contratar a 3.000 profesores interinos.

Gordo ha emplazado a Aguirre a que comparezca ante el pleno para que explique si va a adoptar nuevos recortes y en qué partidas los va a realizar.

Respecto a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, Gordo ha señalado que dado que el PP gobierna en la mayoría de las comunidades autónomas no es de esperar que haya cambios en las propuestas, sino la misma receta para salir de la crisis: más recortes, más privatizaciones y ninguna modificación en las políticas fiscales para que las administraciones tengan más recursos.

Luis de Velasco, portavoz de UPyD, ha considerado "adecuado" el planteamiento del Gobierno de pedir una suavización del calendario para reducir el déficit que exigía la UE, porque para conseguirlo deberían haberse adoptado medidas de "consecuencias catastróficas".

Con todo, ha señalado que el esfuerzo que deben hacer las administraciones para reducir su deuda seguirá siendo muy importante, y por eso ha emplazado a las comunidades autónomas a ser "conscientes" de la gravedad del momento y a acabar con el despilfarro.

Eso sí, De Velasco ha pedido que los recortes se hagan de forma selectiva, acabando con los gastos innecesarios pero sin tocar los servicios públicos.

Por su parte, el portavoz del PP, Íñigo Henríquez de Luna, ha señalado que pese a que Madrid es la comunidad que ha tenido mejores resultados en el cumplimiento del objetivo de déficit fijado por el Gobierno de la nación, eso no puede hacer que se echen "las campanas al vuelo".

El PP, ha dicho, está "seriamente preocupado" por la deriva económica del país y las previsiones para el año 2012, y por eso ha considerado que se deben seguir haciendo reformas y esfuerzos de ajuste, precisamente para garantizar que se puedan seguir prestando los servicios sociales básicos.

Henríquez de Luna ha negado que la Comunidad de Madrid haga "regalos fiscales" a las rentas más altas, y ha defendido la política impositiva del Gobierno regional, ya que su partido entiende que la presión fiscal ha de ser la mínima posible que permita cubrir los servicios públicos.

"Donde más produce el dinero es en los bolsillos de los ciudadanos, no en las administraciones", ha asegurado.