El palacio de Cañete en Madrid, sede de la Casa Sefarad-Israel
Ubicado en el número 69 de la calle Mayor de Madrid
Gallardón firma un convenio con Trinidad Jiménez para renovar los lazos entre el Consistorio y la Casa Sefarad
La Casa Sefarad-Israel ya tiene sede definitiva en Madrid gracias a un convenio firmado con el Ayuntamiento de la capital en virtud del cual se le cede el rehabilitado Palacio de Cañete durante 30 años, a cambio de que se haga cargo de su conservación y mantenimiento. La ministra de Exteriores y presidenta de Casa Sefarad-Israel, Trinidad Jiménez, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, han firmado este miércoles este acuerdo, que sustituye al protocolo general rubricado en noviembre de 2009 para aprobar la cesión de 1.400 metros cuadrados en la planta baja y el semisótano del edificio, ubicado en el número 69 de la calle Mayor.
La institución gozará de un espacio diáfano y luminoso, muy funcional, en un edificio del siglo XVI en el que estuvieron ubicadas la sede del Gobierno Civil e incluso la residencia oficial del alcalde de la capital. Ahora, Casa Sefarad compartirá espacio con las oficinas del Defensor del Contribuyente, con los Cronistas de la Villa y con el Instituto de Estudios Madrileños y su biblioteca de más de 6.000 volúmenes.
En concreto, en la planta semisótano (700 metros cuadrados), donde las bóvedas de ladrillo visto contrastan con el pladur, habrá una biblioteca-mediateca, sala de exposiciones, sala multiusos y una sala de reuniones. En la primera planta (727,7 metros cuadrados) se instalarán espacios de reuniones y conferencias, despachos y zonas administrativas y de proyecciones. Además, la entidad podrá utilizar el jardín, reordenado y limpio, para hacer exposiciones y actos públicos, y también tendrá derecho a usar tres plazas de aparcamiento en un estacionamiento municipal cercano y a que se coloque un signo con el nombre y el logo de la Casa en la fachada del edificio.
Según el convenio, la Casa Sefarad asumirá todos los gastos derivados de la conservación y mantenimiento de estos espacios, así como los propios de su funcionamiento (limpieza, agua, electricidad, seguridad). También deberá sufragar la totalidad de los gastos derivados de las obras de adecuación de estos espacios cedidos con las compensaciones en las aportaciones anuales que hace el Consistorio, de tal modo que el Ayuntamiento madrileño aportará 200.000 euros a la institución este año, cifra que servirá de referencia para futuros ejercicios.
SEDE DEFINITIVA
La ministra de Exteriores ha aprovechado la ocasión para subrayar la importancia de que la Casa Sefarad tenga una "sede definitiva" tras cuatro años, desde su constitución, en los que "ha sido una casa errante, como lo fue el pueblo judío".
"Ahora cumplimos nuestro compromiso de dotar con una sede (a esta institución) para que cumpla sus funciones plena y dignamente", ha apostillado, señalado que la institución busca "profundizar en un mayor conocimiento y en la recuperación del legado sefardí, así como a fomentar un mayor acercamiento de la cultura judía, y a impulsar el desarrollo de vínculos de amistad y cooperación entre la sociedad española, israelí y las comunidades judías de la diáspora".
El objetivo es "llegar al corazón de la sociedad" y" hacer más accesible el legado sefardí y la cultura judía, que es parte inseparable de la cultura española, de la sociedad madrileña y de toda España", según Jiménez. "Estoy convencida de que en muy poco tiempo la intensa agenda de actividades de Casa Sefarad-Israel convertirá de una manera natural este espectacular y bellísimo espacio que hoy se abre al público en el centro de referencia de todo lo relacionado con la cultura y el mundo judío en España y en Madrid", ha apostillado.
Finalmente, ha recordado que mañana es el aniversario del asesinato de Isaac Rabin, una fecha que debe "seguir animando la labor de Casa Sefard-Israel contra el antisemitismo y la intolerancia, así como por un futuro de mayor diálogo entre las culturas y solidaridad entre los pueblos, de más seguridad y de paz entre todos los países, y sobre todo entre Israel y sus vecinos".
DOBLE COMPROMISO
Por su parte, el alcalde ha resaltado que el convenio responde a "un doble compromiso". En primer lugar, con la comunidad y la cultura judías, "no sólo por lo que tienen de recordatorio de un pasado compartido, sino también por el relevante papel que les corresponde en el presente y el futuro de la ciudad".
En segundo lugar, el compromiso se extiende al Ministerio de Exteriores, que tiene en la capital "un espacio de referencia para los españoles y para la comunidad internacional como ámbito de encuentro, diálogo e investigación, y proyecta al tiempo una imagen prestigiosa y moderna que representa no sólo a Madrid como metrópoli global, sino también a la gran Nación a la que sirve y de la cual es resultado". Así, Gallardón ha citado las palabras del Rey don Juan Carlos, quien afirmó que "Sefarad no es ya una nostalgia sin un hogar en el que no debe decirse que los judías se sienten como en su propia casa porque los hispanojudíos están en su propia casa", una máxima que se ha hecho real con esta nueva sede.
"Madrid tenía que reencontrarse con ese espacio de la comunidad judía", ha continuado el primer edil, que ha concluido con palabras del libro 'Luz de Vísperas', del escritor Mauricio Wiesentahl: "El gitano y el judío tienen muy desarrollado el sentido de la orientación, emigran como las aves. Quizá parece que emigran y sólo huyen. No creeré nunca en una Europa que no reconozca entre sus naciones mágicas a judíos y gitanos".
Además, ambos dirigentes han mencionado y reconocido el empeño del anterior ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, fundamental para haber podido llegar a este acuerdo y dotar a Casa Sefarad de una sede.
EDIFICIO REHABILITADO
El Palacio de Cañete ha sufrido durante los últimos quince meses unas obras intensas de rehabilitación que han costado al Consistorio 6,9 millones de euros para eliminar los añadidos y recuperar la traza original de este edificio de 3.686 metros cuadrados repartidos entre tres plantas sobre rasantes, sótanos y dos torres coronadas por chapiteles.
El proyecto de rehabilitación ha supuesto la eliminación de elementos añadidos al edificio, como una enorme escalera que unía sólo dos plantas, lo que permitirá recuperar gran parte de la luz cenital que entra por los altos ventanales. Además, se han construido dos nuevas escaleras que conectan todos los pisos y se han instalado dos ascensores.
Para incorporar las nuevas tecnologías al edificio se han instalado una red de voz y datos, y un suelo técnico, y también se han colocado elementos para usar energías alternativas y placas fotovoltaicas con el objetivo de ahorrar energía.
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