(Actualizado

El policía nacional que relevó al agente municipal que hacía maniobras de reanimación cardiopulmonar a Rocío Oña, una de las víctimas de la tragedia del Madrid Arena, ha dicho en el juicio que llamó a una compañera para pedir refuerzos: "Esto es más grave de lo que parece, se les ha ido de las manos".

El agente ha declarado como testigo en una nueva sesión de la vista oral que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Madrid, aunque ha precisado que no acudió como policía aquella noche sino a título personal.

Ha manifestado que venía del ropero cuando de repente escuchó una detonación y muchos gritos pero le pareció una pelea hasta que pasados unos minutos, un controlador de acceso se acercó a la escalera que estaba junto al vomitorio mortal y le pidió ayuda a él y a su compañero.

"Me preguntó si era policía y entonces me dijo que había un compañero haciendo una RCP a una chica", ha explicado el agente. "Entonces dijo: 'ven, ayúdale a ver si podéis sacar adelante a una chica que está en parada'", ha agregado.

Se dirigieron a un pasillo donde estaba el agente municipal, quien tampoco estaba de servicio aquella noche, y le relevó en las maniobras de reanimación hasta que llegó el Samur y sacaron a la chica fuera del recinto.

E inmediatamente llamó a una compañera para pedirle refuerzos a quien dijo: "Compañera, esto es más grave de lo que parece, acabo de hacer la RCP a una chica y aquí pude haber muertos, que venga ya la UIP (antidisturbios), que les ayuden a arreglan esto porque se les ha ido de las manos".

De hecho, ha destacado que no había ninguna coordinación u organización en las tareas de rescate y auxilio desde que se produjo la avalancha mortal. "Cada uno ayudaba como podía, no había nadie que estuviese llevando la situación", ha subrayado.

UN POLICÍA MUNICIPAL: ROCÍO ESTABA EN PARADA Y UN MÉDICO DIJO 'QUÉ HACEMOS'

El policía municipal que rescató a Rocío Oña, una de las víctimas del Madrid Arena, ha dicho en el juicio que la joven estuvo en parada cardíaca sin ser atendida por ningún médico durante 30 minutos y que cuando apareció un sanitario de la organización, le dijo muy nervioso: "Qué hacemos".

Mario García ha declarado como testigo en una nueva sesión de la vista oral que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Madrid, aunque ha precisado que no acudió como policía aquella noche sino a título personal.

Ha contado que cuando se produjo la avalancha ayudó a establecer un perímetro de seguridad para evitar que mas gente tratara de entrar en el túnel, al tiempo que hacía todo lo posible para sacar a los jóvenes que estaban atrapados pero no podía, pese a ser una persona corpulenta y ser ayudado por otros igual de fuertes que él.

"Me di cuenta de que hacían falta muchas manos, era muy difícil mover a nadie, era imposible moverlos, no éramos capaces de mover un ápice a las personas que estaban metidas ahí", ha matizado.

TESTIGO DEL MADRID ARENA: LA SEGURIDAD TARDÓ MINUTOS LARGOS EN LLEGAR AL TÚNEL

Por su parte, uno de los asistentes a la fiesta de Halloween del Madrid Arena ha destacado en el juicio que no había nadie de la organización, ni de la seguridad ni de Kontrol 34 en el túnel donde se produjo la avalancha mortal durante los primeros seis u ocho minutos. Luis Carlos Argivay ha declarado como testigo en una nueva sesión de la vista oral que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Madrid.

En su comparecencia, ha dicho que cuando se produjo la avalancha mortal no había nadie de la organización ni de seguridad en el túnel. "Tardó en aparecer gente unos minutos largos", ha señalado. "Todos los que estuvimos ayudando los primeros seis u ocho minutos, ahí no había nadie del orden, después llegaron 4 o 6 personas de los porteros", ha explicado.

Sobre éstos últimos, ha subrayado que no los veía como personal de seguridad. "Los veo como porteros porque es lo que hicieron", ha precisado.

Argivay iba con su amigo Daniel Martínez quien ha corroborado que cuando se produjo la avalancha en el túnel no había ni un solo vigilante de seguridad. "Cuando empezó la avalancha no había nadie, intentamos ayudar y tirar de la gente y al rato vinieron unas personas con chalecos reflectantes", ha aseverado, en alusión a los trabajadores de Kontrol 34, que iban vestidos de esa forma.

Otro testigo, Jose Luis Romero Caballero, ha declarado que entró al recinto con una mochila y un casco de motocicleta pero no le practicaron ningún registro ni le pidieron identificación alguna. Accedió con una invitación, pero ha dicho que no se la cogieron cuando la mostró en la entrada. Cuando llegó a la pista vio que estaba colapsada "llena de gente" pero decidió quedarse porque iba a empezar el espectáculo del dj Steve Aoki.

"Se pusieron a lanzar champán y tartas, creo que forma parte del espectáculo", ha precisado el testigo, que ha destacado que antes de empezar el concierto "alguien dijo algo" sobre el número de personas que había en la pista pero no sabe "si habló de 2.000, 3.000 ó 20.000".

Por su parte, José Roberto Rodríguez, que trabajó de camarero aquella noche, ha contado que reanimó junto a otra persona a una de las chicas que estaba en parada cardíaca. Ha señalado que un chico se aproximó a una de las barras con una chica en brazos y al comprobar que no respiraba, se pusieron los dos a realizar maniobras de reanimación.

"La limpiamos la boca con una servilleta, yo me subí encima de la barra para hacer la RCP y él se quedó de pie junto a la barra", ha agregado el testigo, que ha manifestado que sus compañeros llamaron al Samur antes de que llegasen minutos después los trabajadores de Kontrol 34, que se la llevaron.