Con Cristina Cifuentes son ya nueve los presidentes autonómicos obligados a dimitir, envueltos en la polémica o inmersos en procesos judiciales. Pedro Antonio Sánchez, de Murcia o José Antonio Griñán, en Andalucía, se retiraron sin concluir la legislatura. Cifuentes no es la primera. La polémica, el escándalo o la justicia han empujado a otros ocho presidentes a dimitir.
El caso más reciente, el de Pedro Antonio Sánchez, es casi calcado. Hace un año el aún entonces presidente murciano, hoy investigado en varios casos de corrupción, se enfrentaba a una moción de censura promovida por el Partido Socialista y Podemos. Ciudadanos amenazaba con sumarse si el PP no cambiaba de candidato,como finalmente ocurrió. Hoy Murcia sigue en manos del Partido Popular.
Como también sigue en manos de los socialistas la Junta de Andalucia, después de que José Antonio Griñán, asediado por el caso de los ERES pasase en 2013 el relevo a Susana Díaz tras quince meses en el cargo.
Dos meses aguantó hasta julio de 2011, el popular Francisco Camps después de revalidar su mayoría absoluta en la Generalitat . La justicia acababa de abrir juicio oral por el llamado de los trajes del que después saldría absuelto...
La Justicia también absolvería al socialista Javier Otano, aunque por prescripción del delito de cohecho que provocó la dimisión del presidente navarro en 1996. Un año antes el popular Gabriel Canellas dimitía a los pocos días de jurar su cuarto mandato como presidente de Baleares. Estaba imputado por cohecho y prevaricación pero finalmente fue absuelto.
El socialista José Marco presidente de Aragón hasta su dimisión 1995 acumuló 22 meses de cárcel, pero un cambio de Código Penal le libró de la cárcel. Carlos Collado, presidente socialista de Murcia dejó el cargo en 1993, El tribunal de cuentas primero le acusó de anomalías contables, después le expulsó. Demetrio Madrid dejó de presidir la Junta de Castilla y León en 1986. Al socialista le habían denunciado las trabajadoras de empresa textil. El Supremo le absolvió en 1993.