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El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha avisado de que muchos de los que piden cambiar la Constitución para solucionar los problemas de los españoles en realidad buscan un "cambio de régimen", una "ofensiva" que atenta contra los valores constitucionales y contra la propia democracia.

Lo ha asegurado González durante su intervención en el acto oficial de la Comunidad de Madrid para celebrar el 36 aniversario de la Carta Magna, discurso que ha comenzado recordado al rey Juan Carlos y al presidente Adolfo Suárez, "grandes protagonistas de aquel éxito colectivo" a los que ha agradecido su "labor, entrega, sentido de Estado y, sobre todo, su amor a España".

González ha asegurado que actualmente existe una "clara ofensiva" por parte de algunas fuerzas políticas y un "ataque cada vez más virulento" de los separatismos contra la Constitución, como si su modificación fuera "la solución a todos nuestros problemas", como la mejora del estado de bienestar, la agilización de la justicia, o para hacer más participativa la democracia.

Si estas son las grandes preocupaciones de los españoles, ha dicho no comprender el "empeño" de algunos de modificar precisamente los apartados constituciones que no hablan de estas cuestiones, sino los que guardan "la esencia y fundamento" del Estado, como la definición de Estado como monarquía parlamentaria o la idea de que que la soberanía reside en toda la nación.

"La Constitución ha sido un éxito reconocido en todo el mundo, pero no se le puede exigir que sea lo que no es: no es la panacea ni el pozo de los deseos; no lleva al paraíso ni tiene el don de acabar con los problemas; no impide que se puedan aplicar políticas equivocadas, ni que pasemos dificultades, ni que algunas moralidades se corrompan. Y quien diga lo contrario, miente", ha asegurado, en alusión a quienes defiende su reforma bajo estos argumentos.

Ha defendido que no es necesario modificar la Carta Magna para solucionar muchos problemas de los ciudadanos, aunque se puede discutir cómo mejorarla, pero no "cambiar radicalmente los artículos que recogen la esencia de lo que ahora somos", porque eso no sería un cambio constitucional, sino un "cambio de régimen".

González ha comparado la concordia con la que se redactó la Constitución hace 36 años con los cambios que algunos proponen ahora, que sugieren volver a debatir pero "a diferencia de entonces, no se plantean un nuevo marco donde quepamos todos".

"Ahora se habla de arrumbar la democracia representativa, de acabar con la monarquía parlamentaria, de legitimar privilegios territoriales, de acabar con la soberanía nacional y de, repitiendo el peor defecto de nuestra historia política, que las ideas de unos españoles se impongan y las de otros queden excluidas", ha avisado.

Y por eso, ha opinado que "hoy más que nunca es necesario que todos los españoles que defendemos los principios democráticos y la Constitución estemos unidos", para imitar a los "compatriotas de hace 36 años" y dejar de mirar "el interés partidista", poniendo por delante el interés general "para garantizar que España sigue siendo un Estado social y democrático de derecho", una "única nación" en la que la soberanía siga residiendo en el pueblo, del que emanen todos los poderes.

Ignacio González ha tenido un especial recuerdo al rey Juan Carlos y al fallecido presidente Adolfo Suárez, ya que en un momento político más convulso que el actual "dieron una lección de conciliación" y en buena medida "gracias a ellos" hoy España disfruta de un régimen constitucional, de un estado de derecho y de una democracia consolidada.

Siguiendo su ejemplo y el de los siete ponentes de la Carta Mag, González ha reivindicado para hoy el mismo espíritu de unidad, conciliación, generosidad, concesiones, transigencia y respeto a las posiciones del oponente.

También ha tenido un recuerdo para las víctimas del terrorismo un día después de que la Audiencia Nacional decidiera poner en libertad a los etarras Santi Potros y Alberto Plazaola Anduaga, una excarcelación por la que ha manifestado su "apoyo, comprensión y cariño" a todas las víctimas.

CIFUENTES: LA CONSTITUCIÓN ES LA LLAVE DE NUESTRAS LIBERTADES

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, reconocía que la Constitución "puede y debe readaptarse a las necesidades del siglo XXI, para subsanar las deficiencias que hayan podido apreciarse en el desarrollo del modelo territorial, adecuar sus planteamientos a nuevos escenarios y necesidades económicas y sociales, o cualquier otro requerimiento sobrevenido".

"Nada hay que lo impida. Porque la Constitución no es un texto inamovible, es, sencillamente, el fruto de un pacto basado en el diálogo y el consenso, y estructurado sobre dos elementos nucleares", ha añadido durante los actos de aniversario de la Constitución en la Real Casa de Correos.

Sin embargo Cifuentes advertía que "algunos, que se presentan ante los ciudadanos con soluciones mágicas para todo, parecen ignorar que hace ya 36 años, los españoles dieron durante la llamada Transición una muestra sin precedentes de cordura, espíritu colectivo, visión de Estado, responsabilidad y, sobre todo, lealtad institucional", ha añadido.

La delegada ha criticado a los que ignoran que la Constitución de 1978 es "símbolo inequívoco de libertad, enterró una dictadura y abrió las puertas de la democracia, proclamó derechos inviolables con el refrendo de los partidos de todas las ideologías y de todos los españoles y puso fin, en un momento decisivo de nuestra historia, a las incertidumbres sobre el futuro de España, creando una nueva estructura institucional y tratando de garantizar la cohesión territorial".

"La Constitución fue el fruto del diálogo y de un gran pacto de convivencia en el que todos perdieron algo, para que todos ganaran mucho. No hubo en su elaboración posturas inflexibles, posiciones irreconciliables, ideologías dominantes, odios insuperables, ni propuestas excluyentes. Por encima de todo estaban España y los españoles, y todo lo que nos unía, todo cuanto conformaba nuestra seña de identidad y nos identificaba como una gran nación", ha añadido.

"Algunos, hoy, en su análisis interesado y oportunista de la realidad, y haciendo gala de un clamoroso desconocimiento de nuestra Historia, se han referido a la Constitución llegando a calificarla de 'cerrojo'. Es un análisis tan injusto, como equivocado y tendencioso", considera. "

Porque, muy al contrario, la Constitución de 1978 no fue un cerrojo, sino una llave que abrió en España la puerta de las libertades, de los derechos objetivos y subjetivos, y de la autonomía política y funcional de todos los territorios", ha proseguido.

UNIDAD DE ESPAÑA

Cristina Cifuentes ha continuado su discurso señalando que la Constitución "puso fin al modelo centralista imperante históricamente y, si algo cerró, sólo fue la división entre los españoles. Eso si, la delegada ha recordado que la soberanía nacional reside en el pueblo español, y en indisoluble unidad de la nación española. "No en vano ambos conceptos se sitúan en los artículos primero y segundo de la Constitución".

En ese punto, Cifuentes ha criticado "los vientos disgregadores, generados, en unos casos, por quienes consideran que la Constitución es sólo un medio para alcanzar un fin y, partiendo de este criterio, pretenden romper la unidad nacional, y hacerlo además de manera unilateral".

"En otros casos, por quienes quieren abordar una reforma que, fundamentalmente, se plantea con la idea última de configurar un modelo de Estado que, desde el punto de vista competencial, y al margen de su denominación, en la práctica ya existe", ha destacado.