La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Valdemoro ha decretado prisión provisional para tres de los cuatro funcionarios de la cárcel de Valdemoro detenidos el lunes por presuntamente introducir drogas al centro penitenciario durante los meses de pandemia.
De este modo el juzgado ha dejado en libertad a uno de los arrestados y ha decretado prisión para los otros tres por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de estupefacientes, cohecho, prevaricación y omisión del deber de preservar de delitos.
Al funcionario que ha quedado en libertad, imputado por cohecho, la jueza le ha impuesto medidas cautelares, como la retirada del pasaporte y presentarse cada quince días en le juzgado.
Uno de los que la jueza ha enviado a prisión está supuestamente implicado en la fuga en diciembre del año pasado del alunicero Jonathan Moñiz, "El piojo", y de su hermano de la cárcel de Valdemoro, aunque los dos ya han sido detenidos.
Los dos hombres han ingresado en la cárcel de Estremera, donde hay módulos específicos para policías, guardias civiles y funcionarios de prisiones, y la mujer en la de Alcalá I.
Además, la novia de un preso, de nacionalidad colombiana, también fue detenida en esa operación y ha ingresado en esa misma prisión de mujeres.
Mientras, Instituciones Penitenciarias ha abierto expediente a los cuatro funcionarios, paralizado hasta que haya resolución judicial definitiva, y se les ha suspendido cautelarmente de empleo y sueldo.
En plena pandemia
La investigación, que está bajo secreto de sumario, comenzó en abril del año pasado con el inicio de la pandemia, ya que en el recinto penitenciario de Valdemoro seguía circulando droga, a pesar de la supresión de las visitas, según confirmaron fuentes de la investigación.
De hecho, según fuentes jurídicas, dos presos murieron por sobredosis y uno tuvo que ser ingresado grave por consumo de estupefacientes, por lo que se iniciaron las correspondientes pesquisas hasta llegar hasta estos funcionarios, alguno de ellos responsable de la vigilancia de los módulos de los presos más peligrosos.
Las actuaciones permanecen secretas porque la investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones.