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Los punteros láser, cada vez más utilizados por la población infantil que se siente atraída por sus diversas formas y colores, son productos con cierto riesgo que no deben venderse como juguetes, ha recordado la Comunidad de Madrid.

Según la normativa, tampoco deben incitar al juego a través de motivos infantiles, como ositos o estrellitas, por lo que muchos de estos productos han tenido que ser ya retirados del mercado. El Portal del Consumidor informa ampliamente sobre este tema.

Existen diversos tipos de láseres, en función de su potencia y su riesgo, y los únicos que la norma recomienda utilizar con fines de entretenimiento son los de clase 1 y clase 2. Los superiores, 3A, 3B y 4 deben ser manipulados por personal experimentado y con formación adecuada, ya que la exposición al haz puede ser peligrosa.

El tipo de lesión que puede ocasionar un láser es ocular, aunque también puede afectar a la piel. Ante ese riesgo, es importante tener en cuenta que estos productos deben informar en su etiquetado sobre la clase de láser que emiten y deben mostrar el marcado CE, así como la identificación del responsable del producto y advertencias para no dirigir el haz de luz directamente a los ojos, entre otras cosas.