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Trabajadores y usuarios de las piscinas municipales han acogido con satisfacción el nuevo reglamento que prevé importantes sanciones para quienes agredan e insulten a trabajadores y visitantes. Por desgracia, en algunos de estos centros deportivos, los problemas de convivencia son frecuentes.

Habrá un régimen sancionador para los usuarios de los 69 centros deportivos municipales. Se garantiza así la seguridad de los trabajadores de los centros y de los propios usuarios. El anuncio lo ha hecho el vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, en el Pleno municipal.

Colarse en una piscina municipal o agredir verbalmente a su personal puede suponer una multa de hasta 1.500 euros. Las faltas muy graves, entre las que se encuentra la agresión física a su personal, suponen una multa de 3.000 mil euros.

Utilizar reproductores de música sin auriculares o comer fuera de las zonas habilitadas para ello será sancionado por 750 euros.