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Los ciudadanos de Madrid disponen de un nuevo servicio, "el coche de barrio", una propuesta de la empresa Bluemove Carsharing que les permite adquirir un nuevo vehículo y compartirlo con sus vecinos.

La iniciativa "Bluemove Community" propone que sea uno de los vecinos quien compre el coche a través de un contrato de alquiler de 50 o 100 euros al mes y que posteriormente lo comparta con los habitantes de su barrio.

Este contrato de alquiler, que tendría duración de un año, "minimiza" los costes de adquisición de un automóvil en propiedad y no hace responsable al comprador del uso de sus vecinos, que pagan y responden ante la empresa.

Este "coche de barrio" dispone de una tecnología que facilita el uso colectivo; los vecinos pueden abrir el coche con una aplicación móvil y una vez dentro acceder a las llaves -que están protegidas con un número clave-.

El comprador tiene prioridad para utilizar el coche y ha de comunicar a la compañía las horas que pretende usarlo; a partir de ahí, el tiempo restante disponible se repartirá entre los vecinos interesados.

En caso de varias personas necesiten el servicio en la misma franja horaria, Bluemove facilitaría o bien uno de los automóviles de sus flota o buscaría el "coche de barrio" más cercano.

Las condiciones de financiación serán beneficiosas si el conductor comparte el uso del coche y además del ahorro económico, este sistema disminuiría las emisiones de dióxido de carbono.

Este proyecto de "consumo colaborativo" además reduce de un 95 por ciento a un 50 por ciento el tiempo que el coche permanece estacionado, con lo que aumentarían "hasta diez veces más" las plazas de aparcamiento en las zonas de residentes.