Los sindicatos policiales advierten de que entre los acampados en Sol hay unas 50 personas fichadas
Por la Brigada Provincial de Información, dedicada a la lucha antiterrorista y a los grupos radicales
La Policía asegura que muchos radicales inflitrados persiguen el desalojo forzado
Continúan los toldos azules, las tiendas de campaña y también los problemas en la Puerta del Sol. La presencia entre los acampados de 50 personas fichadas por la Brigada Provincial de Información, que se dedica a la lucha antiterrorista y a los grupos radicales, hace todavía más insostenible una situación que ya dura 19 días.
Los sindicatos policiales en declaraciones en exclusiva para Telemadrid han asegurado que la situación en sol no puede prolongarse y que ha llegado el momento de sacarlos. La Policía asegura que muchos radicales inflitrados persiguen el desalojo forzado.
La noche del viernes al sábado es la vigésima de la acampada en la Puerta del Sol. Un campamento que, de momento, ha decidido no marcharse. Según fuentes policiales, entre los integrantes de la acampada hay medio centenar de personas con antecedentes.
Jóvenes que tuvieron relación con destrozos como estos, los de la comisaría de Montera en una manifestación ilegal que apoyaba las protestas griegas o los enfrentamientos con la policía en la plaza de Tirso de Molina. También les relacionan con el movimiento okupa y el Patio Maravillas. De la investigación de este tipo de grupos se encarga la Brigada Provincial de Información dedicada a la lucha antiterrorista y al control de movimientos radicales. Los sindicatos policiales consideran que estas personas están frenando las propuestas de otros acampados encaminadas a levantar el campamento.
Según Felipe Brihuega del Sindicato Unificado de Policía los acampados de Madrid "lo que están buscando una situaciónsimilar a la de Barcelona", en la que hubo cargas policiales". Por su parte, Alfredo Perdiguero de la Unión Federal de Polcía "aplciaremos la Ley siempre que la delegada de Gobierno nos mande desalojar la palza"
Los acampados han elaborado un protocolo que señala que en caso de desalojo se sentarían en el suelo y se opondrían a marcharse.
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