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El hallazgo de un esqueleto visigodo y la falta de evidencias sobre un asentamiento civil en Magerit (el origen de Madrid) descubiertas en las obras del Museo de Colecciones Reales han revuelto lo establecido hasta ahora por la Historia sobre el nacimiento del poblado que llegó a convertirse en la capital de España.

Hasta ahora se había admitido por la mayoría de los historiadores que Madrid nació en el siglo IX. Los musulmanes, que habían conquistado el antiguo reino visigodo un siglo antes, se establecieron entonces en este lugar del centro peninsular y le dieron un nombre árabe. Su objetivo fue construir una fortaleza para vigilar la sierra de Guadarrama ante posibles abatidas de los cristianos del norte, que ya habían comenzado la Reconquista.

Algunos estudiosos apuntan que dicha fortaleza se encontraría en lo que hoy es el entorno del Palacio Real y la catedral de la Almudena. De hecho, en la zona se conservan restos de la muralla árabe. Precisamente, las obras para la construcción del Museo de Colecciones Reales en este lugar ha puesto en duda algunas consideraciones.

Y es que la arqueóloga responsable de las excavaciones, Esther Andréu, ha señalado que la estancia del regimiento moro en Madrid, que duró al menos dos siglos, consistió en un asentamiento únicamente militar, pero no civil. Las pruebas que han recogido, de restos de actividades agrícolas que llevarían a cabo los guardias de la fortaleza, no apuntan a una vida civil sedentaria.

"El origen histórico de Madrid se firma en época islámica. De eso no hay ninguna duda. Pero no hay nada publicado por nadie que apunte a que hubiera una población civil entonces, sólo hay documentos hablando de militares. De Magerit no hay anotaciones en los libros y las crónicas de época islámica son todas de época posterior", ha afirmado.

Andréu ha explicado a Europa Press que los militares musulmanes se asentaron en esta zona porque era fronteriza con los reinos cristianos y desde lo que es ahora el Campo del Moro se podían ver las atalayas colocadas en Torrelaguna y Pedrezuela, que podían avisar de posibles ataques.

Así, en las excavaciones se han encontrado restos de calles y seis casas habitadas, pero ya del siglo XII, en la época de la conquista cristiana. Son las viviendas más antiguas encontradas hasta ahora en esta zona en la que se supone nació Madrid y en el que no se han hallado las mismas evidencias de época árabe.

UN ESQUELETO VISIGODO

Pero las excavaciones también han traído otras sorpresas mucho más antiguas. Los arqueólogos han descubierto entre la plaza de la Armería y la catedral un esqueleto visigodo perteneciente al enterramiento conocido más antiguo de Madrid y único vestigio visigodo hallado en la ciudad. Según Andréu, se trata de un hombre de unos 25 años que vivió antes de la invasión musulmana.

La arqueóloga jefa ha indicado que no se trataría de una necrópolis o un enterramiento programado, sino de una posible muerte de un pastor que erraba por la zona, por lo que se descarta la idea de asentamiento visigodo urbano. Sin embargo, la experta no desdeña que pudiera haber en la zona un pequeño villorio visigodo.

Además, también se han encontrado restos de cerámica del siglo I antes de Cristo de época carpetana, el primer vestigio de esta época encontrado en la capital. Por todo ello, la historia de los orígenes de Madrid continúa abierto y agitado, teniendo en cuenta que Andréu no descarta que en los próximos meses se anuncien nuevos descubrimientos en este sentido.