La tradicional tamborrada del Domingo de Resurrección en la Plaza Mayor, organizada este año por La Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo y el Ayuntamiento de Madrid, ha cerrado las celebraciones de la Semana Santa en la capital.
Esta congregación es la misma que ayer protagonizó la última procesión de la Semana Santa de la ciudad, la de la Soledad, que tras recorrer varias calles del centro de la capital se encontró en la Plaza de la Villa con la imagen del Cristo Yacente.
Los músicos, ataviados de túnicas blancas con fajines morados y entre los que había varios menores de edad, han salido este domingo a las 11:45 horas del convento de las Carboneras rumbo a la Plaza Mayor, pasando por la Plaza de la Villa, junto a la calle Mayor.
En su camino, decenas de fieles y curiosos han fotografiado y grabado la escena en vídeo con sus teléfonos móviles.
El estruendo de los tambores, que ha marcado todo el trayecto, ha continuado en la Plaza Mayor, donde el público ha recibido entre aplausos al conjunto.
La tamborrada, una antigua tradición aragonesa, simboliza los temblores de la tierra que, según la Biblia, sucedieron a la crucifixión de Jesucristo, aunque hoy anunciaba por las calles del centro de Madrid la resurrección.