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La trama habría cobrado comisiones de hasta el 2 y el 3% de cada contrato
- Granados actuaba de conseguidor y Cofely era la empresa sobre la que pivotó la trama, según la investigación
- Los políticos y empresarios investigados mediaban en adjudicaciones a cambio de comisiones
La lista de delitos que se imputan en esta operación parece interminable. Blanqueo de Capitales, Falsificación de Documentos, Delitos Fiscales, Cohecho, Tráfico de Influencias, Malversación de Caudales, Prevaricación , Revelación de Secretos, Negociaciones prohibidas a funcionarios, Fraudes contra la Administración y Organización Criminal. Un auténtico rosario de imputaciones. ¿Pero cómo funcionaba esta trama?.
Los 51 detenidos se dividen en políticos y empresarios. En medio de todos ellos hay 2 personas, los llamados conseguidores. Su misión era la de mediar para que los empresarios obtuvieran el favor de los políticos. Generalmente un contrato público o una concesión. A cambio, tanto los conseguidores como los políticos obtenían unas comisiones ilegales para su enriquecimiento personal.
Los políticos que presuntamente formaban parte de la trama desarticulada en la 'operación Púnica', entre los que se encontraba el exsecretario general del Partido Popular (PP) de Madrid Francisco Granados, cobraban supuestamente comisiones de hasta el dos y el tres por ciento de cada contrato, según informaron fuentes jurídicas.
La trama, que habría intervenido en contratos por valor de 250 millones de euros, según la Fiscalía Anticorrupción, tenía el objetivo de conseguir el lucro personal de los políticos implicados, pertenecientes a tres partidos distintos --PP, PSOE y los independientes de la UDMA-- y no la financiación de sus respectivas formaciones.
De esta forma, según las primeras estimaciones barajadas por los investigadores y en atención al porcentaje que presuntamente habrían recibido por cada contrato, los imputados podrían haber obtenido unos ingresos que oscilarían entre los cinco y los siete millones y medio de euros.
La investigación, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, revela que la organización desmantelada con la 'operación Púnica' se dedicaba a mediar entre empresarios y políticos con influencias en el ámbito municipal, regional y de la Diputación para la consecución de contratos públicos en la gestión de servicios.
Las pesquisas contra la trama se iniciaron en diciembre de 2013 cuando la Fiscalía de Laussanne informó a Anticorrupción de que investigaba a Granados y Marjaliza por un delito de blanqueo de capitales agravado.
GRANADOS ACTUABA COMO CONSEGUIDOR
El principal detenido en la 'operación Púnica', Francisco Granados, hacía las labores de conseguidor de la trama desarticulada por la Guardia Civil. El que fuera 'número dos' del Gobierno del PP de la Comunidad de Madrid hacía valer su influencia en los despachos de alcaldes municipales para lograr las adjudicaciones públicas a cambio de comisiones ilegales, según las investigaciones realizadas por la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado.
Fuentes de la investigación han explicado a Europa Press que, aunque Granados llevaba al menos tres años fuera de la primera línea política, era la persona que conectaba a las instituciones públicas con los empresarios implicados en la trama. Sólo en los dos últimos años esta red defraudó 250 millones de euros.
No en vano, el nombre de la 'operación Púnica' sale de un juego de palabras de los investigadores entre Granados y el nombre científico en latín del granado, el árbol de la granada: 'punica granatum'. Se trata de un recurso habitual de las fuerzas de seguridad a la hora de bautizar sus operaciones para señalar al principal sospechoso como ya ocurrió con la trama G~rtel (correa en alemán) en relación al nombre del principal detenido, el empresario Francisco Correa.
Las pesquisas han estado coordinadas por el juez central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, y han corrido a cargo del Grupo de Delitos contra la Administración dependiente del Departamento de Delincuencia Económica. Se trata del mismo Departamento que investiga los ERE's de Andalucía.
En este caso, según las mismas fuentes, era la empresa Cofely --filial de la multinacional francesa GDF Suez-- "la compañía sobre la que pivotaba gran parte de la trama" y la que se benefició de la mayoría de las adjudicaciones públicas, aunque no era la única. Su sede en Madrid ha sido registrada durante horas por los efectivos de Guardia Civil.
CONTRATO DE 54 MILLONES CON PARLA
Cofely presta servicios de eficiencia energética y en su propia página web anuncia que en 2013 resultó "adjudicataria del contrato de servicios energéticos para diversas instalaciones municipales (edificios, alumbrado público y semáforos) del Ayuntamiento de Parla". El contrato tenía una duración superior a 15 años y una cifra de negocios global de 54,7 millones de euros.
Según indica, a cambio "tiene previsto conseguir unos ahorros energéticos cercanos al 40 por ciento en el alumbrado público y de más del 6 por ciento en el consumo eléctrico de los edificios, lo que supone la disminución de casi 1.000 toneladas anuales de CO2". En eso consiste básicamente el negocio de eficiencia energética. Precisamente el alcalde de Parla, el socialista José María Fraile, es otro de los arrestados este lunes.
La Fiscalía Anticorrupción emitió a primera hora un comunicado en el que daba cuenta de 51 detenidos, pero fuentes de la investigación confirmaron a Europa Press que en torno a las 18.00 horas eran 30 las personas arrestadas en Madrid, León, Murcia y Valencia. En la nómina figuraban los alcaldes de seis municipios madrileños, concejales y técnicos entre otros cargos públicos así como empresarios. También ha sido arrestado el presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez.
Anticorrupción habla de "una trama de corrupción municipal y regional infiltrada en varios ayuntamientos y autonomías en los que la connivencia de los ediles municipales y funcionarios, con empresarios de sociedades constructoras, obras y servicios energéticos, y el concierto venal con intermediarios y sociedades instrumentales, les han estado asegurando a aquellos el éxito en las adjudicaciones públicas y como contrapartida el cobro de comisiones ilegales, a costa de las Haciendas Municipales y Autonómicas".
Aunque Granados figura como el elemento principal de la trama hay otros detenidos a los que la Guardia Civil también otorga el papel de conseguidores. Es el caso del ex alcalde de Cartagena en la década de los noventa, el socialista José Antonio Alonso Conesa o el empresario David Marjaliza.
2% Y 3% DE COMISION PARA ENRIQUECIMIENTO PERSONAL
Los políticos que presuntamente formaban parte de la trama desarticulada cobraban supuestamente comisiones de hasta el dos y el tres por ciento de cada contrato, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas. De esta forma, según las primeras estimaciones barajadas por los investigadores y en atención al porcentaje que presuntamente habrían recibido por cada contrato, los imputados podrían haber obtenido unos ingresos que oscilarían entre los cinco y los siete millones y medio de euros.
La conclusión de los investigadores, por tanto, es que la trama tenía el objetivo de conseguir el lucro personal de los políticos implicados, pertenecientes a diferentes partidos y no la financiación de sus respectivas formaciones, según han informado fuentes jurídicas.
PRESIONES A TECNICOS
La investigación de Anticorrupción, dirigida por la fiscal Anticorrupción Carmen García, se inició después de la advertencia de las autoridades suizas, que trasladaron su intención de interrogar a Granados y Marjaliza por un delito de blanqueo de capitales y pedían a la Fiscalía española que extremara la vigilancia para evitar el desvío de los capitales investigados.
Durante seis meses las pesquisas de Anticorrupción determinaron que los fondos movidos por los investigados en los últimos años procedían del mundo de la construcción aunque con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria su mediación se centró en la adjudicación de servicios difícilmente objetivables, como el de eficiencia energética.
PINCHAZOS TELEFONICOS
Los pinchazos telefónicos realizados por la Guardia Civil han revelado que los políticos implicados, en la última etapa de su vida política, movían sus influencias para obligar a los técnicos a adjudicar los contratos a las empresas escogidas a cambio presuntamente de comisiones ilegales, en un modo de funcionamiento muy similar al de la trama 'Gürtel'.
La investigación, que se concretó en una querella interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción en junio pasado ante el juez Eloy Velasco, también ha determinado que el dinero de las comisiones se blanqueaba a través de un complejo entramado societario y con ayuda de las empresas que se adjudicaban los servicios y contratos contraviniendo la libre concurrencia.
La Guardia Civil ha movilizado para esta operación a un total de 150 efectivos entre los agentes de la UCO y de Seguridad Ciudadana de las Unidades Territoriales que han prestado apoyo en todas las detenciones y registros. Ya por la tarde comenzaban a llegar la Audiencia Nacional las cajas con documentación incautadas en los numerosos registros.
Todos los detenidos van a ser trasladados a Madrid y serán distribuidos entre los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos o los del Cuartel de Las Rozas. Se trata de las dos instalaciones del Instituto Armado en la Comunidad de Madrid cuyos calabozos albergan una mayor capacidad. Tras presenciar toda la mañana los registros en su domicilio, Granados ha sido llevado a Las Rozas, donde permanecerá hasta pasar a disposición judicial.