Los vecinos de la calle General Ricardos miran con preocupación a las gritas que han aparecido en sus casas. Y no son pocas. Temen un derrumbe. Vieron cómo en agosto hubo dos edificios que se vinieron abajo en Madrid y no descartan que el suyo sea el tercero. Es el caso de María apenas puede abrir las ventanas, el techo desprende arenilla y su mano cabe en la enorme grieta que recibe a las visitas en el hall de su casa.
48 viviendas sufren este problema en la calle General Ricardos desde 1998, cuando comenzaron las obras del Palacio de Vistalegre. En todos estos años, el Ayuntamiento ha acudido en dos ocasiones para tratar de solventar el problema. Una, en el año 2000, para apuntalar, y otra en 2010 para colocar estos testigos calibrados.
El actual equipo de gobierno municipal ha encargado este mes dos informes que conluyen que no hay peligro de derrumbe, pero lo cierto es que esta es la realidad que viven cada mañana los vecinos. Un temor al derrumbe que esperan que comprenda el ayuntamiento en la reunión que tienen prevista para esta tarde.