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Frigoríficos, botellas de plástico, colchones... Todo un vertedero de basura que ha ido a parar al cauce del río Guadarrama a su paso por Móstoles y Arroyomolinos. Vertidos incontrolados que se acumulan en sus aguas procedentes de los diversos asentamientos ilegales que se sitúan en la misma orilla del río, como el poblado de Las Sabinas y el de la ribera de San Pedro. Los colectivos ecologistas llevan meses denunciando esta situación, que a pesar de las acciones de limpieza realizadas por la Confederación Hidrográfica del Tajo en junio de este año, siguen produciéndose.

El pasado mes de junio, precisamente, la Confederación del Tajo ya expedientó a Móstoles y a Arroyomolinos por no controlar los vertidos de basuras que acaban en el río. Según Ecologistas en Acción, el problema radica en la existencia de los asentamientos, causantes de los vertidos.

Precisamente, la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento de Móstoles firmaron un convenio para desmantelar el poblado chabolista de Las Sabinas en 2013, que aún no se ha producido. Por su parte, el Ayuntamiento de Arroyomolinos, municipio al que también afecta este asentamiento, decidió no firmar el convenio con la Comunidad de Madrid a la espera de que se mejoren as infraestructuras del municipio.

Además, de los vertidos, el río Guadarrama recibe las aguas residuales de los 19 municipios pertenecientes al Parque Regional del curso medio del río Guadarrama. Según denuncian, desde Ecologistas en Acción, esta acumulación de basura puede originar consecuencias para personas y animales, que se bañan o beben sus aguas.

Los colectivos colectivos ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, GRAMA y Jarama Vivo han puesto en conocimiento estos hechos a la Confederación Hidrográfica del Tajo, a la Administración regional y al SEPRONA de la Guardia Civil para que pongan solución a estos sucesos.