Un vigilante de Seguriber dice al juez que "ni vio, ni escuchó ni percibió nada" fuera de lo normal
Carlos G.S., un vigilante de Seguriber que fue contratado como refuerzo la noche de la fiesta de Halloween en el Madrid Arena, ha declarado ante el juez Eduardo López Palop que "ni vio, ni escuchó ni percibió nada" fuera de lo normal, una afirmación que ha provocado que el propio magistrado le recrimine por su pérdida de memoria, han informado fuentes jurídicas.
Este vigilante custodió la noche de la tragedia una de las puertas situadas en la cota 5 del pabellón, en la primera planta. Según su testimonio, su puesto era estático y se limitó a estar ahí toda la noche.
Tras concluir la declaración, la abogado Mª José Siñeriz, que representa a la familia de Cristina Arce, ha criticado que el testigo no recuerde ni siquiera quién era su jefe aquella noche. "No sabe quién era su jefe ni el jefe de equipo. Dice que había unos vestidos de negro, pero no sabe si eran de la organización porque no iban identificados", ha señalado.
El testigo ha relatado que escuchó a través del radiotransmisor la orden para que se abriera el portón en el que había otro vigilante, pero ha señalado que no sabía quién lo ordenó. "No vio nada, no oyó nada y no percibió nada. Su pasividad mental le ha llegado a preocupar al juez", ha destacad.
Además ha subrayado que padece que los empleados de Seguriber sufren la "enfermedad de la desmemoria", ya que nadie se acuerda de lo sucedido aquella noche.La opción jurídica a la que renuncia Repsol, en la que existen frentes abiertos en el tribunal internacional de arbitraje del Ciadi, Estados Unidos, España y Argentina, derivaría probablemente en fallos positivos para la compañía española, pero generaría incertidumbre por lo prolongado del proceso y los posibles retrasos en los pagos.
En Repsol se considera que el acuerdo de ayer ha sido posible precisamente gracias a la presión ejercida durante año y medio a nivel judicial. Argentina logra una solución satisfactoria en la medida en que desatasca una vía judicial que bloqueaba la llegada de nuevos inversores internacionales.
CONSEJO RECEPTIVO
En el consejo de administración de Repsol se sientan La Caixa y Pemex, firmantes del preacuerdo de ayer, en virtud de sus participaciones del 12,9% y del 9,49%, respectivamente. También están representados Sacyr (9,5%), que ha mantenido un perfil de baja intensidad en las últimas semanas, y Temasek (6,3%), el fondo singapurí que atrajo el propio Brufau tras la expropiación de YPF.
El preacuerdo de ayer ha alterado el previsible desarrollo de la reunión de mañana, en la que Repsol había fijado en el orden del día la aprobación de una nueva edición del dividendo flexible, y en el que se prevía un debate con el consejero propuesto por Pemex, Arturo Henríquez, tras las declaraciones de Lozoya en contra de Brufau.
En el análisis del acuerdo, cuya ratificación está pendiente solo del consejo de administración de Repsol, la compañía actuará "en exclusivo interés" de la empresa, como señaló anoche en la nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
EL MERCADO, A FAVOR
El preacuerdo de ayer ha sido recibido de forma positiva por el mercado, hasta el punto de que Sacyr, Repsol y Caixabank se convierten en los valores que más suben en una sesión en la que el Ibex registra un alza del 0,16%%. En concreto, las acciones de Sacyr suben un 5,07%, hasta 3,834 euros, mientras que las de Repsol registran un alza del 4,17%, hasta 19,22 euros. Los títulos de Caixabank suben un 1,1%, hasta 3,6 euros.
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