Una visita al Madrid abandonado
Hay lugares en la capital poco o nada conocidos, algunos abandonados o en desuso, que atraen a nuevos exploradores urbanos
Acceder a estos sitios, a veces, está prohibido y es peligroso
Lo primero, una advertencia. Algunos de los lugares a los que hace referencia esta información presentan un deterioro que hace arriesgado penetrar en ellos o transitar por sus inmediaciones. En otros casos están dentro de propiedades privadas y requieren de permisos para visitarlos.
Hay, por tanto, una doble responsabilidad. La personal de quien decide adentrarse en estos espacios. Y otra también personal y no menos importante: la de no alterar, expoliar o ensuciar estos sitios abandonados.
El 'Johnny'
El Colegio Mayor San Juan Evangelista de la Ciudad Universitaria de Madrid perteneció primero a la Caja de Ronda, luego Unicaja, y desde 2015 está cerrado. En 2014 fue ocupado y un año más tarde desalojado.
Parecía que la Complutense y la entidad andaluza habían llegado a un acuerdo para la reapertura, pero tras algunas noticias el colegio sigue arruinándose.
Si miramos atrás vemos sobre todo salir música de este edificio. El 'Johnny', como se le conocía popularmente, fue uno de los principales escenarios de jazz y flamenco. No sólo de Madrid o de España, sino una referencia internacional.
Por su Festival de Jazz pasaron durante cuarenta años, figuras como Jorge Pardo, Dave Holland, Steve Coleman, Kurt Elling, Chano Domínguez, Diana Krall o Art Blakey. Tete Montoliu decía que el San Juan Evangelista era como su segunda casa.
Artistas del Flamenco como Enrique Morente, José Mercé, Rancapino, Moraito Chico o Pepe Habichuela actuaron en las tablas del 'Johnny'. El último concierto en vivo y en directo de Camarón de la Isla.
Un refugio antiaéreo bajo pisos de lujo
En la manzana delimitada por las calles Maudes, Alonso Cano, Raimundo Fernández Villaverde y Modesto Lafuente se levantaba hasta 2016 el Taller de Precisión de Artillería. Un edificio neomudéjar del siglo XIX.
Un laboratorio militar nacido a la sombra del Desastre de Cuba para mejorar el armamento del ejército español. Defensa vendió el suelo a la Residencial Maravillas, pero la investigación realizada por la asociación 'Madrid, Ciudadanía y Patrimonio' permitió salvar, al menos, el refugio antiaéreo situado entre los cimientos de los hogares.
Este refugio, del que existen planos y documentación sobre su construcción se sumaba a la red creada durante la Guerra Civil. Otros más conocidos son los del Parque de El Capricho, el Parque del Oeste, Camarines, la Casa de Campo, Barajas y otros emplazamientos de la ciudad. Los archivos municipales reconocen al menos 36 de estos refugios ya cerrados bajo el asfalto de la capital.
La piscina Stella de Arturo Soria
Otro ejemplo de edificio abandonado. Este muy peculiar por su arquitectura racionalista y lo que significó como centro de ocio, lugar de encuentro y relación social de los vecinos de los barrios del norte de Madrid.
A primera vista parece un enorme buque varado entre la M-30 y Arturo Soria, con un puente de mando en el que destacan las letras que dan nombre a la instalación, Stella.
La piscina, abierta en 1947, cerró en 2006 y sus propietarios pusieron a la venta este complejo que tiene protección urbanística, por lo que cualquier transformación está condicionada a respetar elementos como la fachada, los jardines o la puerta de entrada.
La Playa de Madrid
Madrid no tiene playa. Pero el Río Manzanares ofreció hasta hace no mucho la posibilidad de soñar con ello y disfrutar de un baño, sin olas, al aire libre.
Durante la II República se creó un embalsamiento del Manzanares aguas arriba de la capital, camino de El Pardo. La arena y las sombrillas, las barquitas y los nadadores componían una estampa del litoral, si no fuera por la presa que conseguía retener las aguas.
El complejo público y familiar fue degradándose a medida que el río se contaminó e hizo imposible los baños. Cerró hasta el siglo XXI en que fue cedido para explotación privada al empresario Arturo Fernández que trató de relanzarlo pero acabó en la ruina.
Actualmente se puede ver los restos de los edificios, zonas deportivas y de picnic pues un camino pasa frente a lo que queda de esta no playa de Madrid.
El túnel de Bonaparte
'Pepe Botella', rey de España por decisión de su hermano Napoleón Bonaparte, vivió aterrado durante su estancia en Madrid. Siempre temeroso de que el pueblo de Madrid decidiera asaltar el Palacio Real y acabar con su reinado.
Y no es para menos. Recordemos el 2 de mayo y fechas posteriores. Así que José Bonaparte decidió construirse un túnel para escapar del palacio si las cosas se ponía feas. El túnel se hizo y existe. Está en los jardines del Campo del Moro y era una de las salidas de este parque hacia la Casa de Campo.
Posteriormente, la M-30 lo dejó aislado y el soterramiento de esta calzada lo condenó al abandono. A pesar de que se anunció que este espacio sería usado como sala de usos múltiples.
El túnel conecta ahora el recinto ajardinado del palacio con Madrid Río y una placa recuerda su existencia.
Cuarteles de Campamento
Muchos de los topónimos responden a una parte de la historia de un lugar. Es el caso de Campamento, zona militar de Madrid desde el siglo XIX y que muchos recuerdan por todos los cuarteles que allí han existido y existen, porque a pesar del abandono de las instalaciones algunas permanecen en activo como el Servicio Geográfico del Ejército, el veterinario o del cría caballar.
Alguno asociará a Campamento con su 'mili', el servicio militar obligatorio que miles de jóvenes de toda España cumplían en los cuarteles de este barrio.
La desaparición de la 'mili', la profesionalización de las fuerzas armadas y el interés inmobiliario llevaron al cierre de la mayoría de las dependencias. Ahora algunos edificios sufren actos vandálicos a pesar de la vigilancia y del tapiado de puertas y ventanas.
El Instituto Llorente
El Instituto de Microbiología de Madrid fue creado para luchar contra las enfermedades infecciosas que azotaban a la sociedad española del siglo XIX.
Rebautizado como Instituto Llorente es ese enorme palacete de tejas de pizarra, pegado a la M-30 desde 1930 y abandonado desde los años 90. Ahora es propiedad de Patrimonio Nacional y en 2021 se publicó un concurso para su rehabilitación. Una tarea nada sencilla dada la presencia de amianto en su interior.
La leyenda urbana cuenta que aún existen restos de la fabricación de las vacunas y fármacos de uso humano y veterinario y algunos ven en todo ello un misterio. Pero lo cierto es que tras tantos años esos frascos, viales y matraces no representan peligro. Y sí la descomposición de la estructura cubierta de asbestos.
El Teatro de Madrid
Hace once años cerró el Teatro de Madrid situado en el Barrio del Pilar. El Teatro de la Vaguada, como también se le conoce, fue otra de las piezas de la regeneración urbana de esa zona pegada a la Avenida de la Ilustración.
Abierto durante 12 años acogió diversos espectáculos y fue uno de los equipamientos más utilizados por los vecinos que ahora reclaman su apertura.
Quienes han podido entrar en el teatro hablan de butacas rajadas o arrancadas junto a otras conservadas. Espacios destrozados frente a otros que no costaría tanto recuperar.
Mientras tanto, el deterioro interno y externo, las pintadas y otras agresiones hacen mella y complican una rehabilitación y apertura que muchos piden en esta parte de Madrid.
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