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La Comunidad empleará 260.000 árboles y semillas autóctonas de la Sierra de Guadarrama para reforestar la zona de Robledo de Chavela, Valdemaqueda y Santa María de la Alameda afectada por el fuego ocurrido en el verano de 2012, en lo que se ha convertido en la mayor reforestación realizada hasta ahora en la región. Esta plantación equivale a doce veces el número de árboles del Parque de El Retiro.

Tras una primera fase en la que el objetivo se ha centrado en favorecer la regeneración natural de la zona, los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio han iniciado ya la plantación de frondosas y semillas en aquellas áreas donde esta regeneración natural no ha sido del todo satisfactoria.

Está previsto que hasta 2018 se actúe en aquellas zonas que lo necesiten, tal y como ha explicado el presidente regional, Ignacio González, durante una visita a la zona del incendio en Valdemaqueda acompañado del consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, en la que ha plantado un árbol con motivo de la celebración del Día Forestal Mundial.

En algunas zonas se ha producido un grado considerable de regeneración natural, pero allí donde no ha sido suficiente, el Gobierno madrileño va a complementar la recuperación de la cubierta arbolada mediante labores de plantación y semillado.

APUESTA DECIDIDA POR EL MEDIO AMBIENTE

González ha recordado que desde que visitó la zona en octubre de 2012 se ha puesto en marcha la fase de restauración con el objetivo de evitar la pérdida de suelo por la erosión y facilitar la regeneración natural de la vegetación. Entre otros trabajos, se han retirado 33.000 toneladas de madera y se han construido 31.000 metros lineales de barreras y diques de contención para evitar la erosión.

Además, ya se han plantado 6.500 frondosas (fresnos, encinas, olivillas o madroños) y 48.000 semillas. A lo largo del año se van a plantar casi 12.000 ejemplares más y se emplearán 120.000 semillas de pino y encina.

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha realizado también un seguimiento exhaustivo de la fauna en la zona, donde habitan especies amenazadas y en peligro de extinción.

Este seguimiento ha revelado que las poblaciones de buitre negro, águila imperial, cigüeña negra o águila perdicera se han reproducido con normalidad durante el último año y sólo en algunos casos han trasladado su lugar de nidificación a zonas próximas que no se vieron afectadas por el fuego.