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Los partidos catalanes arrancan esta medianoche la maquinaria de unas elecciones autonómicas marcadas por la crisis económica, el reto de combatir la abstención y por una activa presencia de los grandes partidos nacionales, PSOE y PP, que durante quince días volcarán sus recursos y líderes en esta campaña. Las elecciones catalanas del 28 de noviembre, dilucidarán el futuro político de Cataluña durante los próximos cuatro años, pero también son la antesala de un largo ciclo electoral en España que comenzará con las municipales y algunas autonómicas en mayo de 2011 y culminará con las generales, previstas para 2012.

El gobierno resultante de estos comicios deberá desarrollar el Estatut después de la sentencia del Tribunal Constitucional emitida el pasado junio y lidiar con una de las mayores crisis económicas de los últimos treinta años, en una comunidad que aporta en torno al 18% al PIB español, según datos de la Generalitat.

Este cúmulo de circunstancias dibuja un escenario electoral en el que se batirán récords de presencia de líderes de la política nacional, ya que el presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luís Rodríguez Zapatero, visitará Cataluña tres veces, mientras que el del PP, Mariano Rajoy, intervendrá al menos en siete ocasiones.

También los dirigentes de IU, Cayo Lara, el ex coordinador general de esta formación, Gaspar Llamazares, y los máximos dirigentes de otras formaciones, como Rosa Díez (UPyD) mantendrán una presencia destacada en esta campaña.

Tanto Rajoy como Rosa Díez han querido acentuar aún más si cabe la importancia que conceden a estos comicios con su presencia esta medianoche en el acto de colocación de los carteles electorales.

Las elecciones catalanas también verán la presencia de los principales cuadros dirigentes de la política nacional, como el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, así como del ex presidente Felipe González. También los recién nombrados ministros de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, así como el de Educación, Ángel Gabilondo, y la de Defensa, Carme Chacón, intervendrán en durante la campaña electoral.

Rodríguez Zapatero dará su apoyo al presidente catalán y candidato del PSC, José Montilla, en tres ocasiones: en Viladecans (Barcelona), en Lleida y en el mitin de cierre de campaña.

Por su parte, Mariano Rajoy, encadenará tres mítines en Cataluña en los primeros tres días de la campaña, y en total estará presente en al menos siete actos antes del 28 de noviembre.

Durante los próximos quince días, las fuerzas políticas catalanas pugnarán por liderar la era postripartito, iniciada en 2003 con dos gobiernos consecutivos conformados por PSC, ERC e ICV-EUiA.

Ya sea por una eventual victoria del candidato de CiU, Artur Mas, favorito en los sondeos electorales, o por la promesa de José Montilla de no repetir esta fórmula, todo apunta a que Cataluña no vivirá una tercera edición de un gobierno de PSC, ERC e ICV-EUiA.

La cita electoral deberá despejar también la incógnita de si se incorporan nuevos partidos a un Parlament ya muy atomizado, puesto que concurren la Solidaritat Catalana per la Independencia del ex presidente del Barça, Joan Laporta, Reagrupament, UPyD, Alternativa de Govern y, entre otras, Plataforma per Catalunya.

CiU afronta las elecciones con la esperanza de que a la tercera vaya a la vencida y, además de ganar, pueda gobernar, una hipótesis que todas las encuestas auguran.

El PSC se enfrenta a unos sondeos que le desbancan del Govern, además de las dudas que deberá afrontar en las municipales, dentro de medio año, en el destacado feudo del socialismo catalán, el Ayuntamiento de Barcelona.

Por su parte, ERC iniciará la campaña con el reto de tratar de movilizar a su electorado y para ello su candidato, Joan Puigcercós, intensificará los mensajes que refuercen el carácter "independentista y de izquierdas" de su partido.

El PPC liderado por Alícia Sánchez-Camacho confía en que CiU no alcance la mayoría absoluta y aspira a ser decisivo para determinar el próximo Govern, como sucedió en la sexta legislatura (1999-2003), cuando 12 diputados populares dieron la estabilidad a Jordi Pujol.

El candidato de ICV-EUiA, Joan Herrera, fía sus opciones de gobernabilidad a una nueva reedición del tripartito, algo que han descartado públicamente tanto José Montilla como Joan Puigcercós.

Ciutadans, con Albert Rivera, afronta sus segundas autonómicas con el objetivo de consolidar su presencia en la cámara catalana y alcanzar los cinco diputados, lo que le permitiría tener grupo parlamentario propio.