Juan Arri Pascual, el supuesto etarra del "comando Madrid" acusado de un atentado en 1995 con coche bomba en la capital en el que murió un policía local, ha reconocido que fue "correo" de ETA, pero se ha desvinculado de esa acción porque estaba en México. Así lo ha manifestado en el juicio por este atentado en la Audiencia Nacional, en el que se enfrenta a una petición fiscal de 593 años de cárcel.
El acusado ha negado en la vista pertenecer al "comando Madrid", así como haber participado en este atentado perpetrado en junio de 1995, en el que murió el policía municipal Juan Rebollo, y ha asegurado que se encontraba en esa fecha en México, lugar del que volvió en otoño, "más o menos en octubre", según ha dicho.
No obstante, Arri Pascual, que ha respondido a las preguntas de todas las partes, ha reconocido ser "correo" de ETA en alguna ocasión, si bien ha señalado que no tenía acceso al contenido de los paquetes que transportaba.
Ha relatado que una vez le pidieron que transportase un paquete del tamaño de un cubo de Rubik y preguntó a la organización si era peligroso. "No tenía ni idea de lo que había en el paquete, estaba precintado. La persona que hace de correo es como un cartero, que lleva un paquete de un lugar a otro pero no conoce su contenido", ha manifestado el acusado.
En sus conclusiones provisionales, la fiscal explica que el acusado, junto a otros miembros de ese comando, planearon colocar un coche bomba frente a la FNAC de Callao, "con la finalidad de atentar contra los intereses económicos de Madrid, especialmente contra intereses franceses y de causar el mayor número posible de muertes, según había marcado previamente la dirección de ETA".
Para ello, el 8 de junio de 1995 sustrajeron un vehículo estacionado en la avenida del Doctor García Tapia y le sustituyeron las placas de matrícula por otras dobladas.
Posteriormente, se instaló en el vehículo un artefacto explosivo elaborado por Arri Pascual, compuesto por 60 kilos de amonal y 5 kilos de un explosivo de alta potencia, Hexogen, utilizado como multiplicador, además se utilizaron dos bombonas de gas "al objeto de incrementar la potencia del coche bomba y ocasionar un incendio en las deflagraciones".
Una vez elaborado el artefacto, Arri Pascual junto a otros miembros del comando colocaron el coche bomba el 19 de junio de 1995 en la zona peatonal de la calle de El Carmen y lo hicieron explotar a las 07.15 horas, lo que originó un incendio y causó la muerte de un agente de policía municipal y lesiones a 23 personas, de las que ocho eran policías nacionales.
También en esta primera sesión del juicio han declarado varios testigos protegidos, entre ellos agentes de Policía Nacional que acudieron al lugar tras recibir el aviso de bomba, que han relatado que desde que llegaron hasta que explotó pasaron unos 20 minutos.
"Fue todo bastante rápido, aunque sí que se pudieron poner las cintas policiales", ha declarado un agente, que también ha relatado que no pudo identificar a ningún autor del atentado, puesto que su misión era buscar los restos del artefacto explosivo.
"La explosión fue muy violenta. La calle era muy estrecha y la onda expansiva se fue hacia arriba y hacia los extremos. La bomba estaba para matar al mayor número de personas posible", ha señalado otro de los agentes de Policía que fue testigo de los hechos.
Mañana continuará el juicio a primera hora con la declaración de más testigos y de los peritos.