CCOO y UGT retrasan a mediados abril la reforma de la negociación colectiva
CCOO y UGT creen que es "posible" que se alcance un acuerdo para reformar la negociación colectiva a medidos de abril, ya que las dificultades existentes son "superables", razón por la que el Gobierno considera que no hay problema para que los agentes sociales dispongan de "algún tiempo más".
Este alargamiento del plazo -que finalizaba el 19 de marzo, según la ley de la reforma laboral- impide al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presentar mañana en Bruselas ante el Consejo Europeo un preacuerdo de dicha reforma, tal y como pretendía.
Lo que sí llevará es la intención del Ejecutivo de poner en marcha un plan de lucha contra la economía sumergida, con el fin de estimular las finanzas públicas y mejorar "las cuentas del Estado", anunció el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.
Esta iniciativa fue anunciada por Gómez tras reunirse hoy en La Moncloa, junto a Zapatero, con los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, para analizar el pacto por el euro que tiene previsto aprobar el Consejo Europeo entre mañana y el viernes.
El ministro explicó sobre el plan de lucha contra el empleo irregular que se enmarca dentro de la estrategia europea del pacto por el euro, antes denominado de competitividad.
Gómez, que eludió dar una cifra sobre la economía sumergida en España, aseguró que el empleo irregular aflora tanto en épocas de crisis como de auge, por lo que nunca se debe "bajar la guardia", al tiempo que desmintió que esta práctica se vincule más a los países mediterráneos que a los centroeuropeos.
En la reunión también se trató la reforma de la negociación colectiva, de la que Méndez indicó que está en fase de "definición de contenidos", por lo que podría haber un pacto con la CEOE a mediados de abril, porque las dos partes tienen voluntad "inequívoca" de lograrlo.
Méndez reconoció que hay muchísimas complicaciones, mientras que Toxo precisó que los "escollos" con la CEOE se centran en la "ultraactividad (la prórroga automática de los convenios colectivos ante la falta de acuerdo)" y en la flexibilidad interna de las empresas para adaptarse mejor a la crisis.
Ambos dirigentes defendieron el actual modelo de determinación salarial -basado en la previsión de IPC, el reparto de la productividad y las cláusulas salariales para evitar la pérdida de poder adquisitivo- porque es el más conveniente para el interés general y advirtieron del efecto perverso que supondría ligar las subidas sólo a la productividad.
Al respecto, Valeriano Gómez dio por bueno el acuerdo interconfederal en la materia y vigente hasta 2012, porque está dando moderación salarial a la economía, algo, que advirtió "se necesitará durante mucho tiempo".
Sobre la prolongación de las negociaciones entre patronal y sindicatos sobre los convenios, reconoció que un mes y medio es un plazo breve para una reforma "complicada", aunque puntualizó que el acuerdo no debe dilatarse en el tiempo porque hay otras reformas pendientes, como la del fondo de capitalización o la de la formación profesional.
El ministro reiteró que la mejor opción es el acuerdo en vez de reformar los convenios colectivos por ley y puntualizó que, de conseguirlo, España volverá a ser un país "bien apreciado" en la UE por cómo hace sus reformas.
En cuanto al pacto por el euro, tanto Méndez como Toxo le transmitieron a Zapatero que generará más paro y aumentará las desigualdades con los estados miembros, además de suponer una "injerencia muy clara" en las políticas nacionales, ya que trata a los pueblos y las sociedades de forma "muy rígida y uniforme", cuando son distintas.
Toxo y Méndez se concentrarán mañana ante la sede de la Comisión Europea en Madrid para pedir que se revierta el pacto por el euro, de tal forma que, en vez de propugnar el recorte de los salarios, se proteja el empleo y el modelo social y de bienestar.