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El Centro Nacional de Inteligencia grabó las negociaciones del Gobierno con ETA en Ginebra, Lausane y Oslo. El diario "El Mundo" revela que ocho agentes del CNI participaron en la denominada "Operacion Txori" entre los años 2005 y 2007. Las citas fueron grabadas con micrófonos, colocados en una funda metálica de gafas y en un pendrive.

Estos son los negociadores enviados por el gobierno Zapatero. Ellos, según "El Mundo", colaban por ejemplo en el centro Henri Durant de Ginebra la funda de gafas y un pendrive con micrófono oculto diseñado por el servicio secreto israelí. Habían pactado que no habría grabaciones de sus reuniones con Josu Ternera, y con Francisco López Peña, alias, Thierry, entre otros etarras, así que tuvieron que sortear los controles de seguridad. Después de las reuniones, los negociadores entregaban los artilugios de grabación a los 8 agentes del Centro Nacional de Inteligencia que paseaban por un parque, navegaban por un lago o se encontraban en un piso cercano.

¿Qué importancia tienen estas grabaciones?

Pues que el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que investiga el chivatazo a ETA en el bar Faisán le pidió al Gobierno las actas de una de esa reuniones con ETA. Las del 22 y 23 de junio de 2006, en la que se supone que el negociador gubernamental Gómez Benítez habló del caso Faisán. Y la respuesta del ejecutivo al juez fue negativa, que no hay acta alguna de las reuniones. Según el Mundo, no hay actas, efectivamente, pero sí la transcripción íntegra de las conversaciones gracias al trabajo del CNI. Las tiene el vicepresidente Rubalcaba y también los servicios secretos suizo y norteamericano.

El juez Ruz podría ahora pedir la desclasificación de esas cintas de las reuniones. Y eso podría contribuir al esclarecimiento del caso Faisán.