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Los Mossos d'Esquadra han detenido a 18 personas, como supuestos miembros de una red de tráfico de inmigrantes, con sede en Barcelona y Pakistán, que introducía de forma clandestina un mínimo de un millar de paquistaníes cada año en diversos países de la Unión Europea.

Según ha informado hoy en rueda de prensa el inspector jefe del Área Central de Crimen Organizado de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, Quim Francés, las víctimas de esta red, siempre hombres de entre 18 y 40 años, pagaban entre 600 y 15.000 euros para llegar a Europa y viajaban hasta 10 días seguidos escondidos en camiones y furgonetas 'pateras' en "condiciones extremas que incluso ponían en peligro su vida".

En algunos casos, la red de tráfico de inmigrantes, que ha estado activa al menos los últimos siete años, no sólo transportaba inmigrantes a diversas ciudades europeas, entre ellas Barcelona, desde Pakistán, sino que se encargaba de moverlos entre varios países de la UE.

En la operación, denominada "Taxila" y dirigida por el juzgado de instrucción número 29 de Barcelona, han sido detenidos los tres presuntos jefes de la organización y otras quince personas en Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat y Montcada i Reixac, aunque el juez ha dictado 15 órdenes de búsqueda y captura internacionales sobre personas que están fuera de España y que supuestamente están vinculadas con la organización.

Según el inspector Francés, aunque la red tenía su centro de operaciones europeo en Barcelona, formaba parte de una estructura más amplia ubicada en Pakistán. El tráfico de personas lo hacían siempre por carretera, dos veces cada semana, utilizando vehículos en los que se hacinaban hasta 25 personas escondidas en condiciones infrahumanas e incluso, según el inspector, poniendo en riesgo sus vidas.

"El exceso de pasajeros era tal que no había suficiente espacio para que todas las víctimas pudiesen viajar sentadas en el suelo de la caja de carga, de manera que hacían turnos para determinar quien viajaba de pie y quien sentado", ha revelado el inspector.

Las cajas de carga en las que viajaban clandestinamente los inmigrantes no permitían el paso de la luz ni tenían suficiente ventilación, ha explicado el responsable policial. El itinerario de los camiones-patera tenía su origen en Pakistán, pasaba por Irán y Turquía y llegaba a Grecia, donde superaban los controles fronterizos para entrar en territorio Schengen.

Desde Grecia, la organización trasladaba a sus víctimas a Italia por vía marítima, donde eran recogidos por los detenidos en esta operación policial, que eran los encargados de llevarlos a Barcelona o a otras ciudades europeas.

La organización interactuaba desde Barcelona con una célula de la banda en Reggio Emilia (Italia), que era donde casi siempre se acogía en un primer momento a los inmigrantes y adonde se les trasladaba también cuando querían abandonar España.

La investigación, que ha llevado a cabo durante un año y medio el Grupo de Explotación Laboral de la Unidad Central de Tráfico de Seres Humanos de los Mossos d'Esquadra, logró situar en el barrio del Raval de Barcelona el centro operativo de la red desarticulada.

En este céntrico barrio barcelonés, la organización utilizaba diversos comercios como puntos de concentración de las personas traficadas y fue en esta zona barcelonesa donde fueron capturados, el pasado día 24, los tres principales responsables de la red: Shahzad A., paquistaní y jefe de la célula italiana, y Mohamad L. y Sheraf H., ambos vecinos de L'Hospitalet de Llobregat.

Los agentes aún analizan la documentación y los ordenadores y otros aparatos informáticos incautados y el destino de las grandes cantidades de dinero que manejaba esta organización. El juez ha decretado prisión para los tres presuntos jefes de la banda y libertad con cargos a los otros detenidos, la mayoría de ellos encargados del transporte y custodia de las víctimas.