Carlos García Juliá, uno de los autores de la "matanza de Atocha" de 1977, ha ingresado en torno a las 7:00 horas de este viernes en la cárcel madrileña de Soto del Real tras ser entregado por autoridades brasileñas a España para cumplir la pena de prisión que tiene pendiente, diez años y seis meses.
A García Juliá le quedan cumplir 3.855 días de pena en la cárcel tras haber huido de España cuando obtuvo la condicional por la condena a 193 años de prisión (30 años como máximo de cumplimiento) como autor en 1980 de cinco asesinatos y cuatro intentos de homicidio en el despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras, en el número 55 de la calle Atocha de Madrid.
Extraditado desde Brasil
La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional pidió en diciembre de 2018 la extradición de Juliá tras ser detenido en Brasil, al entender que el cumplimiento de la condena que le fue impuesta no había prescrito.
García Juliá ha llegado al aeropuerto de Madrid a las 5:30 horas de este viernes custodiado por tres agentes de la Policía Nacional, adscritos a Interpol.
En la prisión de Soto del Real
Tras aterrizar ha sido conducido a la prisión de Soto del Real, a la que ha llegado en torno a las 7:00 horas y donde cumplirá con los trámites habituales, como la toma de huellas y fotografías; no obstante, contará con el mismo número de identificación que tenía cuando comenzó a cumplir su pena.
Se someterá además a una revisión médica, se entrevistará con el equipo psicosocial y después se le asignará un módulo.
Huyó de España
Reclamado por la Audiencia Nacional, García Juliá (1955) fue condenado el día 29 de febrero de 1980 por la Sección Primera de la Sala de lo Penal a 193 años de prisión como autor material de cinco delitos de asesinatos consumados y cuatro frustrados en la noche del 24 de enero de 1977.
Ese día, García Juliá y otras dos personas irrumpieron en un despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras, situado en el número 55 de la calle Atocha de Madrid, abriendo fuego contra los presentes con pistolas de calibre 9 mm parabellum.
Desaparecido 20 años
A García Juliá se le concedió la libertad condicional el 23 de octubre de 1991. Después, el Tribunal accedió a otorgarle la autorización de salida de España para aceptar una oferta de trabajo en Paraguay, debiéndose presentar mensualmente en la Embajada española en aquel país. Una vez allí, rompió las obligaciones de su libertad condicional, por lo que se le declaró prófugo el día 14 de agosto de 1996.
Posteriormente, fue detenido en Bolivia el día 17 de junio de 1996, donde se le condenó a una pena de prisión de seis años por un delito de tráfico de estupefacientes. Cuando el día 29 de noviembre de 2000 llegó la solicitud de extradición de la Audiencia Nacional a Bolivia, el preso ya se había fugado aprovechando un beneficio penitenciario un año antes para no presentarse ante un juzgado de vigilancia penitenciaria de La Paz.
Trabajaba como conductor de VTC
A partir de esa fecha, y durante los siguientes veinte años, se le perdió la pista. Fue en agosto de 2018 cuando las pesquisas llevaron a la Policía Federal Brasileña a localizar a García Juliá. Unos meses después, en diciembre, el asesino fue detenido en Sao Paulo, donde vivía trabajando como conductor en una empresa de VTC.
Al oponerse a la extradición, el procedimiento se dilató trece meses por los sucesivos recursos y apelaciones que ha ido ejerciendo la defensa ante las autoridades judiciales brasileñas, alegando la prescripción del delito, defectos en la doble incriminación y el tiempo de cumplimiento de prisión en Bolivia.