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El ministro de Fomento, José Blanco, acaba de anunciar que a las nueve y media de la noche entrará en vigor un real decreto aprobado en un Consejo de Ministros de urgencia que permite a los militares tomar el control de las torres de control aéreo español."No vamos a permitir este chantaje", ha dicho tajantemente Blanco, tras pedir disculpas a las miles de personas afectadas, a quienes califica de "rehenes" de los controladores.

Los controladores aéreos han elegido el día en el que empieza el puente de la Constitución para comenzar lo que parece una posible nueva huelga encubierta. Esta tarde han abandonado masivamente y sin previo aviso sus puestos de trabajo aduciendo problemas de salud como estrés o taquicardia. Según ha informado Aena, se ha producido un masivo número de bajas laborales entre los controladores que ha provocado el cierre a las operaciones de aterrizaje y despegue en todos los aeropuertos del país, menos en Andalucía. Según indica el ministerio de Fomento, ningún controlador ha presentado baja médica y sólo se han declarado "incapaces".

El 90% de los controladores aéreos que debía entrar en el turno de tarde ha abandonado su puesto. En el centro de control aéreo de Torrejón, el principal de toda la red que regula los vuelos que cruzan Madrid, hay dos controladores en ruta y dos controladores en aproximación, el "mínimo requerido" para los vuelos de emergencia.

Al principio, se cerró el espacio aéreo de Madrid, así como los aeropuertos de Palma, Ibiza, Menorca, Canarias y los de la Comunidad de Galicia, lo que dejaba prácticamente teodo el espacio aéreo nacional intransitable. Pero a las ocho de la tarde se ha sumado el aeropuerto de Bilbao y ya se considera que "todo el espacio aéroe" está intransitible.

Ante esta situación, el ministro de Fomento, José Blanco, ha convocado un gabinete de crisis del que forman parte el secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, el presidente de Aena, Juan Ignacio Lema, y el director general de Aviación Civil, Manuel Ameijeiras, para "valorar la situación y aplicar las medidas oportunas dentro de la legalidad".

Aena les advierte de que están cometiendo un delito penal

Tras conocerse la noticia, Aena se ha apresurado a llamar a los controladores a "abandonar el chantaje al que someten a la sociedad española tomando a los ciudadanos como rehenes", y ha advertido de que paralizar el tráfico aéreo de un país puede ser sancionado con el despido disciplinario y constituye un delito según el artículo 409 del Código Penal.

En un comunicado, Aena recomienda a todos los pasajeros que no acudan a estos aeropuertos, y que soliciten información a sus compañías aéreas o través de la página web de Aena www.aena.es. El organismo califica la paralización del tráfico aéreo como un hecho de "extrema gravedad" y recalcó que "esta irresponsable decisión está provocando graves perturbaciones en el tráfico aéreo de toda España".

"La actitud de los controladores aéreos, que han cortado todos los cauces de comunicación y los puentes que se han tendido, les conduce a un callejón sin salida, llevándose por delante el derecho a viajar de cientos de miles de ciudadanos en el inicio del Puente de la Constitución", asegura la nota.

Los sindicatos culpan al Gobierno y las compañías le exigen "contundencia"

Entre tanto, los sindicatos CC.OO. y UGT aseguran que el caos desatado se debe a la "irresponsabilidad" del Gobierno, al aprobar la regulación de la jornada laboral de los controladores en vísperas del puente de la Constitución, y a su "postura desmedida" al respecto. CC.OO dice que el Gobierno ha cometido un "error" al privatizar parte de Aena horas antes de comenzar el puente de la Constitución.

Las compañías aéreas, por su parte, califican de "crítica" la situación. El momento es "caótico", según fuentes del sector, que han solicitado que el Gobierno adopte una postura de acuerdo con la situación, sobre todo en un momento como este, que afecta a numerosos viajeros que iban a coger los aviones para pasar las vacaciones del Puente de la Constitución. "No se puede estar en manos de este tipo de gente", y desde el sector se solicita que se garantice el transporte de los pasajeros, llegando incluso a militarizar el control de los centros y de las torres, añadieron las fuentes.

Entre tanto, las principales patronales de las aerolíneas han expresado su "indignación" por el "gravísimo" comportamiento de los controladores aéreos y apoyan al Gobierno en las decisiones que emprenda para recuperar la normalidad del tráfico aéreo.