CiU perdería 10 escaños en el Parlament si se celebraran ahora las elecciones autonómicas, al pasar de los 50 diputados que obtuvo el 25N a 40 ó 42, mientras que ERC ganaría hasta siete representantes más de los 21 que tiene, aunque le superaría por primera vez en intención directa de voto.
Así lo indica el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), realizado entre el 4 y el 14 de febrero de este año con una muestra de 2.000 personas, que señala que por primera vez ERC supera a CiU en intención directa de voto -los datos sin ponderar-, con un 20,9 % frente al 19,3 %.
El director del CEO, Jordi Argelaguet, ha señalado que este avance de los republicanos se debe a lo que ha denominado una "espiral de euforia" hacia este partido, que también explica, por ejemplo, que esta encuesta haya detectado que "hay más gente que dice que votó a los republicanos que los que realmente les votaron en noviembre".
Según este sondeo, el PSC se mantendría en los 20 diputados o bajaría uno, mientras que el PPC bajaría de los 19 actuales a los 16 ó 17, ICV-EUiA conservaría sus 13 escaños o bajaría a 12, mientras que Ciutadans subiría de los 9 actuales a 11 ó 12 y la CUP pasaría de los 3 escaños a 4 ó 6.
El crecimiento de los partidos minoritarios se explica, según Argelaguet, en que el sistema de partidos de Cataluña está cambiando, de manera que "seguramente en mucho tiempo" no volverá a haber una mayoría absoluta de un partido en el Parlament, una Cámara que tiende cada vez a una mayor fragmentación, ante un electorado cada vez menos fiel a un mismo partido.
Los republicanos también superan a CiU -que sigue a la baja- en la opinión sobre los líderes, de manera que los dos dirigentes más valorados de Cataluña son el presidente de ERC, Oriol Junqueras (5,88), y el líder de este partido en el Congreso, Alfred Bosch (5,99), seguidos del secretario general de ICV-EUiA, Joan Herrera (5,24) y del presidente de la Generalitat, Artur Mas (5,14).
Estos son los únicos cuatro líderes que aprueban los ciudadanos, mientras que uno de los dirigentes que tradicionalmente aparecían en los puestos más altos en estos sondeos, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, cae hasta el octavo puesto con un 4,15.