Ciberataque a las webs de los partidos por la "ley Sinde"

El portal web del PSOE ha resistido hasta el momento (18.30 horas) el ataque informático convocado contra él por plataformas de internautas contrarias a la llamada "ley Sinde" (por la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde), el apartado de la Ley de Economía Sostenible que prevé que un juez pueda decretar el cierre de páginas que ofrezcan descargas ilegales de contenidos violando los derechos de propiedad intelectual.

El ataque, técnicamente llamado de "denegación de servicio" (DDoS), estaba previsto para las seis de la tarde y había sido convocado por el blog "Anonymous valenciano", que insinúa en su nombre una afinidad ideológica con la plataforma que ha defendido en los últimos días al fundador de Wikileaks, Julian Assange, perpetrando ataques similares a las entidades políticas, financieras y sociales que han tratado de obstaculizar las acciones de Wikileaks.

La denegación de servicio no está siendo tal, según ha podido comprobar Servimedia, pues la página inicial de la web del PSOE se carga sin problemas y sólo se aprecia una lentitud mayor de lo habitual al tratar de abrir algunos de los enlaces a vídeos, notas o declaraciones que ofrece la home. Por el contrario, no se abren las del Partido Popular y CiU, que también iban a ser objeto del ataque aunque todavía no han confirmado que vayan a votar a favor de la ley.

Mientras tanto, en la cuenta del partido en Twitter, se ha establecido un encendido debate entre críticos de la "ley Sinde" y portavoces adscritos a la cuenta del PSOE que tratan de rebatir sus acusaciones. Dos de los temas centrales son si un juez puede entrar a juzgar los contenidos de una web (el PSOE sostiene que no) y si el cierre de webs es un atentado a la libertad de expresión (el PSOE afirma que sólo es una lucha contra el lucro ilegal a costa de las creaciones de otros).

Este mediodía, el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, reiteró en la rueda de prensa posterior a la Ejecutiva Federal que el Gobierno tratará de conciliar los derechos de los autores, sin los cuales "no habría creación, no habría cultura", con los de los internatas, que "también los tienen".