Ciudadanos ha retirado hoy su apoyo al PP para gobernar la Región de Murcia y ha anunciado el inicio de conversaciones con el PSOE ante la negativa del presidente, Pedro Antonio Sánchez, de dimitir por su imputación en el caso Auditorio de presunta corrupción urbanística. Tras la reunión de una hora celebrada esta mañana en Cartagena entre el presidente y el secretario general de Cs en la región, Miguel Sánchez, este ha anunciado en rueda de prensa la ruptura del acuerdo de investidura firmado hace algo más de un año y medio, y ha lamentado que el presidente se haya "enrocado" en su postura.
"Murcia no se puede permitir un presidente imputado", ha opinado el secretario general de Cs y portavoz del grupo parlamentario, Miguel Sánchez, quien ha acusado al presidente de haber roto el pacto, de "engañar a los murcianos" y condicionar "la gobernabilidad y estabilidad" autonómica al "atornillarse al sillón" poniendo sus intereses por encima de los de la comunidad.
Ha insistido en que el caso Auditorio, por el que Sánchez declarará el lunes por los presuntos delitos de prevaricación, malversación, falsedad y fraude, "no juzga un asunto de irregularidades administrativas, sino delitos gravísimos tipificados en el Código Penal".
Además, ha considerado que esta es "la crisis institucional más grave en la historia de la comunidad autónoma" y "avergüenza" a todos los ciudadanos, además de poner en tela de juicio la credibilidad de las instituciones.
El líder de Ciudadanos ha insistido en que hoy mismo "abrirá vías de negociación" con los socialistas para "buscar soluciones conjuntas a esta crisis", aunque no ha anticipado si entre esas soluciones está la moción de censura, la convocatoria de elecciones anticipadas o la entrada de su partido en un nuevo gobierno.
Tras la rueda de prensa de Miguel Sánchez, la consejera portavoz, Noelia Arroyo, ha comparecido para asegurar que el pacto de investidura y gobernabilidad "se está cumpliendo" y que el partido de Albert Rivera tendrá que explicar "por qué lo que vale en otros territorios no vale en la Región de Murcia", ya que en Andalucía no se ha exigido la dimisión de consejeros imputados o del alcalde de Granada.
Arroyo, que ha comparecido en representación del presidente, ha apelado a Cs a que diga "si antepone que la región siga avanzando, como hasta ahora, gracias al pacto o si se echa en brazos del PSOE y Podemos, y contribuye a la estrategia de alarmar y generar ruido".
En el Congreso de los Diputados, ha añadido, Ciudadanos ha impulsado una reforma legal que pone la línea roja en la apertura de juicio oral para exigir la dimisión de los cargos imputados. No obstante, no ha aclarado si el presidente se plantea adelantar las elecciones ante una posible moción de censura, y se ha limitado a insistir en que la prioridad ahora para Sánchez es acudir a declarar ante el TSJ para "aclararlo todo".
Sobre las declaraciones que esta mañana ha hecho el líder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, preguntándose "qué no sabrá Pedro Antonio Sánchez de la financiación ilegal del PP que Rajoy no se atreve a decirle que se marche", ha advertido de que son acusaciones "muy graves" que tendrá que explicar y ha pedido que se respete la presunción de inocencia.
Por su parte, el líder de los socialistas murcianos, Rafael González Tovar, ha defendido promover un gobierno "estable, decente y que apueste fuertemente por la regeneración democrática" y, sobre la oferta de diálogo de Cs, ha dicho: "tenemos que poner plazos inmediatos" por la situación de "deterioro" en la región.
En la misma línea, el portavoz de Podemos, Oscar Urralburu, ha dicho que: "si fuéramos honestos y claros, hoy mismo podríamos registrar la propuesta de moción de censura" en la Asamblea Regional.
El artículo 33 del Estatuto de Autonomía establece que la moción de censura deberá ser propuesta por el 15 por ciento, al menos, de los diputados regionales (siete diputados de los 45 del hemiciclo) y habrá de incluir un candidato a la Presidencia del Consejo de Gobierno.
El grupo popular lo integran 22 diputados, y la oposición en su conjunto un total de 23 con los trece del PSOE, los seis de Podemos y los cuatro de Ciudadanos, que serían la llave para arrebatar a Sánchez un gobierno en el que lleva desde 2015.