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El Colectivo de Presos de ETA asegura en su comunicado su adhesión al Acuerdo de Gernika en el que se solicita a la banda terrorista "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada". Sin embargo, en el texto conocido hoy, los presos no hacen ninguna referencia a ETA ni piden su disolución como les exige el Gobierno.

En su lugar, exige la "amnistía completa" y el "estatus político" para todos los presos etarras y carga contra la "despreciable" política penitenciaria de España y Francia al tiempo que rechaza la posibilidad de acogerse a beneficios penitenciarios, una posibilidad que sí plantean los firmantes originales del acuerdo."Para el EPPK el Acuerdo de Gernika es un referente en el Escenario Democrático, y del mismo modo, queremos hacer saber a la sociedad vasca que estamos conformes con el acuerdo", dicen los presos al tiempo que se presentan como un agente "imprescindible" a la hora de "lograr una solución para el conflicto".

A partir de ahí, advierten de que son un colectivo que sitúa "más allá de los intereses del individuo" para avisar de que no van aceptar "la solución y la despreciable política personal beneficiosa" que "ofrecen" España y Francia en torno al sistema carcelario creado para destruir el carácter político y humano del colectivo".

CIERRE DE FILAS CONTRA LOS CRÍTICOS

De este modo el EPPK (siglas en euskera Euskal Preso Politokoen Kolecktiboa) escenifica un cierre de filas y marca distancias con otros presos etarras que sí se han acogido a este tipo de beneficios a cambio de renunciar a su pasado terrorista como los presos de la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca. "Hacemos frente al sistema represivo penitenciario que tiene como fin una astuta utilidad política y chantaje", añade el texto.

En cambio, en el acuerdo original pactado en Gernika hace un año sí que se incluían medidas como la "concesión de libertades provisionales a todos los presos preventivos pendientes de juicio en prisión", "concesión de libertades condicionales a todos los presos penados que hayan cumplido los requisitos legales" o "aplicación sin restricciones ni arbitrariedades de todos los beneficios penitenciarios legalmente establecidos".

La férrea disciplina que ETA ha impuesto históricamente a sus presos en las cárceles siempre ha rechazado estos beneficios penitenciarios al entender que corresponden a presos comunes y no a presos de carácter político como ellos se consideran. En ese sentido, el comunicado del EPPK vuelve a reivindicar el "estatus político" del que dicen formar en el colectivo.

DICEN HABER MANTENIDO RELACIÓN CON LOS FIRMANTES

Al mismo tiempo agradecen la atención mostrada por los firmantes del acuerdo de Gernika "a pesar de que Madrid y París hayan intentado impedir la relación directa" y dicen haber mantenido a pesar de todo una relación "durante estos meses, superando los obstáculos" que "ha dado sus frutos".Recuerda el Colectivo de Presos como ya el pasado mes de diciembre anunció su respaldo al "importante" Acuerdo de Gernika y trasladó su deseo a los firmantes del mismo para sumarse a la interlocución y entablar unas "relaciones normalizadas".

"Pinchar la cabezonería-ceguera y las actitudes que pretenden estancar el conflicto y lograr un escenario que garantice un futuro libre no son cualquier desafío. Con el convencimiento de que el proceso que tenemos en marcha nos conducirá al cumplimiento, tenemos el compromiso de impulsar el proceso democrático hasta el final. ¡Y lo lograremos!", zanja el comunicado".

CONTENIDO DEL ACUERDO DE GERNIKA

El Acuerdo de Gernika situaba la "amnistía" para "todos los presos políticos vascos" y el establecimiento de una nueva negociación política que termine en la "independencia" como siguientes fundamentales recogidos en la hoja de ruta, que previamente exigía un alto el fuego de ETA, la legalización de una marca electoral con la que poder acudir a las urnas y parar en las detenciones.

Este documento fue firmado el pasado 25 de septiembre por las tres formaciones que integran Bildu (EA, Alternatiba y Batasuna) así como varias de la plataformas que han nutrido de independientes las listas de la coalición abertzale. Bajo el título 'Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas' se abogaba por establecer "una situación de no violencia con garantías" y el primer emplazamiento iba dirigido a ETA.

En concreto, solicitaban la declaración de "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada". Los terroristas tardaron hasta medio año en dar respuesta parcialmente a esta cuestión en su comunicado de alto del 10 de enero ya que declararon un alto el fuego "general permanente y verificable", pero sin hacer ninguna mención a que la decisión fuese definitiva.