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El presidente del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, ha asegurado hoy que ha sido un "error histórico" la decisión de Barcelona en Comú, el partido de Ada Colau, de romper el pacto de gobierno con el PSC. En rueda de prensa, Collboni ha reaccionado así a la decisión de las bases del partido de Colau y ha asegurado que la alcaldesa "ha estado más pendiente de lo que opinan los independentistas que de lo que piden los ciudadanos de Barcelona".

El presidente del PSC en Barcelona ha dicho que "no se entiende por qué se convocó la consulta" en un momento en que la alcaldesa "defendía que el pacto había funcionado y había sido bueno para la ciudad". "No entendemos que a unas semanas del 21-D se haya abierto este debate en estos términos, con una pregunta claramente dirigida y con el añadido de un silencio incomprensible por parte de la señora Colau", ha dicho Collboni. Según el socialista, Colau es "la primera alcaldesa que no defiende su propio gobierno ante su propio electorado".

Collboni ha agradecido al 45 % de los militantes de Barcelona en Comú que votaron a favor de mantener el pacto de gobierno y ha dicho que su gesto es el mismo que habrían hecho los socialistas para "poner Barcelona por encima de todo y las políticas sociales delante del conflicto nacional"."Estamos orgullosos porque el PSC ha puesto Barcelona por encima de todo y hemos sido leales a la tradición del partido: somos el Partido Socialista de Barcelona antes que el Partido Socialista de Cataluña", ha añadido Collboni.

Según el socialista, "el gobierno plural de izquierdas y en clave de Barcelona" era la "solución de futuro para" la ciudad, aún más, ha dicho, en un periodo en que era necesario, según Collboni, "no introducir más incertidumbre e inestabilidad"."Hoy tenemos un gobierno roto, debilitado y que añade inestabilidad a la ciudad cuando lo que se nos pedía era estabilidad y certezas", ha dicho Collboni, que también ha añadido que los proyectos de la ciudad aún están "en riesgo" porque el "mensaje que enviamos al país y al mundo es que hoy Barcelona es más inestable que hace una semana".

El socialista ha reiterado su apoyo a la candidatura de Barcelona para acoger la Agencia Europea del Medicamento pero ha asegurado que "la ruptura del pacto añade más incertidumbre".Según Collboni, existe riesgo de que el fin del pacto "suponga más paro para la ciudad", a lo que él ha asegurado que su "preocupación está con la gente del mundo económico porque decisiones como éstas complican las cosas".

La ruptura del pacto, a su juicio, satisface "a independentistas y al Partido Popular, que han sido los principales atacantes de esta coalición y este puente que quedaba en Cataluña".

Ahora los socialistas pasarán a la oposición, que, según ha asegurado Collboni, será "clara, constructiva y en clave Barcelona".

"Defenderemos lo mismo que defendíamos en el gobierno: con sentido de responsabilidad y de ciudad, poniendo a Barcelona en el centro de todas nuestras prioridades y pensando en los barceloneses que tenían esperanza en este gobierno, entre los cuales el 45 % de las bases de Barcelona en Comú", ha dicho Collboni.

El socialista no ha querido confirmar si harán pactos puntuales con el partido de Colau y se ha limitado a decir que se tendrá que ver "en cada caso", aunque ha asegurado que "aún no se ha decidido" qué votarán mañana en la tramitación de los presupuestos municipales.

Preguntado por si la ruptura del pacto puede abrir un posible acuerdo entre Catalunya en Comú y ERC después del 21-D, Collboni ha dicho que no quiere "especular ni hacer juicios de intenciones", pero ha asegurado que lo que está claro es que "los barceloneses mirarán atrás y verán que uno de los precios que ha pagado este proceso ha sido el gobierno de izquierdas de Barcelona".

Además, Collboni ha querido mostrar su orgullo por el trabajo hecho en el Ayuntamiento de Barcelona y "el legado cultural, social y económico" que ha dejado el paso de los socialistas por el gobierno municipal.

COLAU: LA RUPTURA CON EL PSC ES CUESTIÓN DE DEMOCRACIA

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha insistido hoy en que no es independentista y ha argumentado que la ruptura del pacto de gobierno en el Ayuntamiento con el PSC, que votaron las bases de su formación Barcelona en Comú, "tiene que ver con la democracia".

Colau y su hasta ahora socio de gobierno, el socialista Jaume Collboni, se reunirán mañana para pactar una ruptura lo menos traumático posible para el Ayuntamiento, mientras que ERC y PDeCAT se ofrecen para dar estabilidad.

Después de que ayer un 54 % de los inscritos en BComú que votaron en la consulta apostasen por disolver el pacto de gobierno con los socialistas porque éstos apoyaron la aplicación del artículo 155, Colau se ha apresurado hoy a reiterar que ella no es independentista y que la ruptura con el PSC "es una cuestión de democracia".

Colau, que no ha desvelado su voto, ha agradecido la labor de los socialistas durante los pocos meses en que han gobernado juntos y ha considerado que si el PSOE hubiera consultado a sus bases sobre el apoyo al 155 éstas habrían rechazado apoyar la intervención de la Generalitat y ella no habría tenido que consultar a las suyas."No soy independentista y he sido muy crítica con la DUI", ha declarado Colau, intentando evitar lo que ya han hecho los grupos de Ciudadanos y PP al situarla en el frente independentista.

La ruptura "tiene que ver con la democracia y con la tristeza por la aplicación del 155, un hecho insólito y terrible que el PSC no ha condenado, sino que ha construido", ha justificado Colau, que no firmará hasta mañana el decreto de disolución del pacto después de hablar con Collboni para que sea los menos traumático posible para la gestión municipal.

La formación que lidera Colau ya se está preparando para volver a gobernar sólo con el apoyo de sus 11 ediles, del total de 41 concejales que forman el consistorio, y ha dejado la puerta abierta a pactar puntualmente también con el PSC.

"Esto no es una ruptura, es un cambio de relación", ha llegado a decir la alcaldesa.

PDeCAT Y ERC APUESTAN POR LA ESTABILIDAD

El portavoz del grupo municipal del PDeCAT, Jaume Ciurana, que se había ofrecido a Colau para garantizar la estabilidad municipal si rompía con los socialistas, ha advertido que tras la ruptura podría haber "una tregua para que cada uno pueda hacer su campaña electoral" del 21-D y luego podría "quedar en nada".

El presidente del grupo de ERC, Alfred Bosch, ha descartado que los republicanos entren a formar parte del gobierno de Colau, pero ha reiterado la oferta de "sentarse a hablar de cómo garantizar la estabilidad".

La portavoz de Cs en el Ayuntamiento, Marilén Barceló, ha sido de las primeras en hurgar en la ruptura al afirmar que Colau "da prioridad a su calculadora electoral y prepara un pacto con los independentistas tras humillar a los socialistas".

El presidente del grupo del PP, Alberto Fernández, ha acusado a Colau de "frivolidad" y de "fracturar" a BComú y "hundir Barcelona", mientras que la CUP ha reiterado la oferta de apoyo a BComú si lleva a cabo "políticas rupturistas".