Los trabajos forenses para exhumar a 128 víctimas del Valle de Cuelgamuros (antiguo Valle de los Caídos) comienzan este lunes con la búsqueda de 18 cuerpos reclamados por sus familiares ubicados en la cripta de la capilla del Santo Sepulcro, en el nivel 0.
Posteriormente continuarán los trabajos en los niveles 1, 2, 3 y 4 de la misma capilla en búsqueda de 59 cuerpos reclamados, entre ellos los de los hermanos Manuel y Antonio Ramiro Lapeña, naturales de Villarroya de la Sierra (Zaragoza), fusilados en 1936 por los franquistas y cuyo caso de exhumación es obligatorio además en cumplimiento de una sentencia judicial de 2016.
Y el resto, hasta completar la búsqueda de los 128 cuerpos, se abordará en una segunda fase en otras capillas de la basílica, han informado fuentes del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.
En la capilla del Santo Sepulcro, donde están ubicados la mayor parte de los cuerpos solicitados por familiares, los trabajos se harán desde el piso inferior hacia arriba para ir consolidando y apuntalado cada una de las cinco plantas donde hay entierros.
Estos trabajos de exhumación tienen lugar "una vez salvados todos los escollos jurídicos, técnicos y de seguridad", según apuntan las mismas fuentes, que aseguran que se harán "en un acto de dignificación y de máximo respeto a los allí inhumados".
Los familiares fueron notificados esta madrugada del inicio de los trabajos forenses, según ha señalado a EFE el abogado de víctimas del franquismo Eduardo Ranz.
El Gobierno reanudó los trabajos de exhumación el pasado mes de diciembre con una fase previa de acondicionamiento que consistió en habilitar los accesos a los columbarios, asegurar las estructuras arquitectónicas que lo necesitaran e implementar los protocolos de seguridad laboral "para una intervención de esta complejidad", como explica el ministerio en la notificación enviada a los familiares.
Este lunes comienza la intervención forense propiamente dicha, que consistirá en la búsqueda y localización de los cuerpos, hasta donde sea posible técnicamente, y los correspondientes análisis genéticos que puedan dar lugar a las identificaciones.
"Podemos garantizar que los forenses que se harán cargo de esta tarea se encuentran preparados y tienen una gran experiencia contrastada en este tipo de investigaciones. La intervención forense se va a desarrollar mediante protocolos reconocidos internacionalmente y los laboratorios de referencia se encuentran acreditados en este ámbito", subraya el ministerio en la notificación.
Finalmente tendrá lugar una fase de acondicionamiento de los columbarios, mejorando las instalaciones y las condiciones de conservación de los restos allí enterrados.