El Congreso ha tumbado hoy la senda fiscal que acompañaba al techo de gasto de 2019 con un aluvión de abstenciones liderado por Unidos Podemos, ERC y el PDeCAT, aunque el Gobierno insiste en que sigue adelante con los Presupuestos de 2019 que tendrá que ajustar unos déficit más restrictivos. El Pleno del Congreso ha rechazado hoy por 173 votos, 86 abstenciones y 88 votos a favor los nuevos objetivos de déficit y deuda pública que flexibilizaban para 2019 el margen de gasto de las administraciones públicas en cinco décimas, lo que suponía cerca de 6.000 millones de euros.
El Ejecutivo sólo ha tenido el apoyo del PNV y ha visto como la mayoría de partidos que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy (Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Compromís y Nueva Canarias) se han abstenido.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reprochado la "irresponsabilidad" de los partidos que han provocado que el Congreso rechazara el techo de gasto de 2019 y los nuevos objetivos de déficit y les ha instado a dar explicaciones a los ciudadanos. Sánchez se ha referido a ese rechazo en un mensaje en su cuenta de Twitter: "La irresponsabilidad de algunos partidos les ha llevado hoy a decir no a la reconstrucción del Estado de Bienestar, no a casi 5.000 millones más para CCAA y Seguridad Social. Ellos tendrán que explicarlo. El Gobierno seguirá trabajando", ha escrito el jefe del Ejecutivo.
UNA NUEVA SENDA EN EL PLAZO DE UN MES
Los partidos independentistas y nacionalistas han criticado un margen insuficiente para las Comunidades Autónomas y han reclamado al Gobierno que presente una nueva senda fiscal, tal como marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que dice que los objetivos han de aprobarse cada año por el Congreso y el Senado y que de no lograr ese aval hay que presentar otros en el plazo de un mes.
En este sentido, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado que se ceñirá a la legislación y llevará "al Parlamento las veces que haga falta la senda" de déficit, aunque ha advertido de que será el mismo rechazado hoy porque no tiene sentido que la Unión Europea flexibilice unas metas para que el Gobierno "le quite recursos a los ciudadanos" y tampoco va a presentar una senda que exceda el margen que le han concedido sus socios europeos.
Montero ha insistido en que Hacienda sigue adelante con los Presupuestos de 2019 que tendrán que aprobarse en Consejo de Ministros antes de que finalice septiembre.
Asimismo, la portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, ha admitido que el Gobierno tendrá que presentar una nueva senda de corrección del déficit público y techo de gasto dentro de un mes, tal y como establece la Ley de Estabilidad. "La senda de gasto ha de ser en automático presentada dentro de un mes otra vez", ha señalado Celáa durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que no ha dado más detalles sobre esta cuestión.
Esta nueva senda sitúa la meta de déficit público en el 1,8 % del PIB en 2019, el 1,1 % en 2020 y el 0,4 % en 2021, cuando la anterior era del 2,2 %, el 0,3 % y superávit, respectivamente, y va acompañada de un techo de gasto de 125.064 millones de euros, un 4,4 % más.
En caso de que finalmente no se apruebe una nueva senda de déficit y se mantenga la anterior, más restrictiva, el Gobierno tendrá que "reordenar" sus prioridades de manera que "redunden en beneficio del Estado del bienestar", ha señalado la portavoz.
Celáa ha argumentado que el Gobierno "tiene absolutas esperanzas fundadas" de que podrá mantener el rumbo porque "hay inteligencia colectiva en el universo político" para aprobar los presupuestos. "Lo que toca es plantear los Presupuestos y es lo que vamos a hacer, en tiempo y forma", ha insistido.
Con respecto a una eventual modificación de la Ley de Estabilidad para evitar que la senda de déficit pueda ser bloqueada en el Senado con la mayoría absoluta del PP, Celáa se ha limitado a señalar que "esta cuestión está abierta a la reflexión" aunque "tenemos una ley y no vamos a hablar de futuribles".
PRUEBA A LA ESTABILIDAD DEL GOBIERNO
La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha subrayado que el Ejecutivo no reconoce "ninguna situación de debilidad" y que su "voluntad y vocación" es agotar la legislatura.
Pero lo cierto es que la falta de respaldo del Congreso a la senda de consolidación fiscal para 2019 ha puesto hoy a prueba la estabilidad de sus apoyos políticos y su debilidad parlamentaria, apenas dos meses después de llegar al Palacio de la Moncloa.
El presidente del PP, Pablo Casado, ha reclamado a Sánchez que reflexione y piense hasta qué punto "va a someter a los españoles" a una inestabilidad que, a su juicio, puede tener repercusiones en la economía y en la creación de empleo. "Una cosa es que el PSOE ganara una moción de censura contra un partido que le saca 50 escaños y otra muy distinta es intentar gobernar", ha alertado.
Elecciones anticipadas en otoño es lo que le ha pedido el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ante la incapacidad del Ejecutivo para poder sacar adelante cualquier medida en el Congreso. Rivera ha recomendado a Sánchez que no siga "agonizando" y busque una salida para que España cuente con un Ejecutivo "fuerte, constitucionalista y que no dependa de los separatistas".
También los socios "preferentes" del Gobierno de Unidos Podemos han alertado al PSOE de que no le van a "bailar el agua a nadie". Rafael Mayoral ha lamentado que el Ejecutivo no haya negociado el techo de gasto con su partido y se haya limitado a dialogar con el pensamiento de "intentar seducir al PP".
En esta misma línea, otras formaciones como ERC o Compromís han pedido al Ejecutivo que a la vuelta de septiembre "venga con los deberes hechos" y que emplee el verano para intentar ganarse a la oposición.
El PDeCAT, que también apoyó la moción de censura, le ha recordado al PSOE que tiene que ser un poco "más modesto" porque una cosa es "la buena voluntad" de su partido, y otra distinta un "contrato de adhesión", en palabras del diputado Ferran Bel. "Cuando solo tienen 84 diputados de 350, lo que tiene que hacer el Gobierno en consensuar, porque cuando toma las decisiones de forma unilateral le puede pasar lo que le ha pasado hoy", ha avisado.
Le ha contestado la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, que ha emplazado a los partidos que se han abstenido en la votación a que expliquen a sus votantes "por qué no han permitido 6.000 millones de euros más para sanidad y educación", al tiempo que ha negado que no se haya negociado con otros grupos.