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El Congreso ha dado hoy el primer paso para que, a partir de ahora, todos los hijos de mujeres asesinadas por la violencia machista cobren una pensión de orfandad, incluso aquellos cuyas madres no cotizaron a la Seguridad Social y que ahora no tienen reconocido este derecho.

Lo ha hecho al apoyar por unanimidad de todos los grupos la toma en consideración de la proposición de ley del PSOE en la que también demanda, para aquellos que sí la perciben, un aumento del 52 % al 70 % el cálculo de la base reguladora de las madres.

Así se asegura que los niños que perdieron a sus madres por la violencia de género reciban un mínimo de 677 euros al mes, al tiempo que, en los casos en los que la víctima tuviera más de un hijo, se aplicará el 118 % por ciento de la base reguladora a repartir entre los menores.

Durante la defensa de su iniciativa, la diputada socialista Ángeles Álvarez ha justificado que, pese a los avances logrados, la realidad es que cada semana se incorpora a las estadísticas un nuevo huérfano más del "terror machista", pero sin embargo más del 50 % se encuentran en situación de desamparo y desprotección.

Algo que deduce del hecho de que el 20 % de las mujeres asesinadas tenían menos de 30 años, por lo por las posibilidades de que cumplieran los requisitos de cotización -haber trabajado 500 días en los últimos 5 años- son mínimas, a lo que se suma que una gran mayoría tuvieron que dejar sus empleos por las "estrategias de control de los violentos".

Respaldar su propuesta es "un buen prólogo" antes de que concluyan las reuniones de la subcomisión para un pacto de Estado contra la violencia machista y una forma de demostrar que todos los grupos están en la misma senda de "unanimidad en la repulsa y unidad en la respuesta" a esta lacra, ha concluido.