El Gobierno ha aprobado hoy el real decreto que regula el funcionamiento del "banco malo", un instrumento "más poderoso incluso que las propias inyecciones de capital", a juicio del ministro de Economía, Luis de Guindos.
Esto se debe a que la sociedad, denominada Sareb, permitirá a los bancos dejar de tener en su balance activos inmobiliarios problemáticos para dedicarse a dar créditos y captar depósitos, ha resumido De Guindos en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha considerado que el real decreto que da estructura jurídica a la sociedad, denominada Sareb, es "una pieza fundamental" en el proceso de saneamiento del sector financiero español.
En su opinión, es "un elemento clave" para la recuperación económica, para dinamizar el mercado inmobiliario y para que vuelva a fluir el crédito.
El titular de Economía ha recordado que la creación del "banco malo" formaba parte del compromiso adquirido por el Gobierno con la Unión Europea para recibir la ayuda de hasta 100.000 millones de euros para la banca y entrará en funcionamiento el 1 de diciembre.
En estos momentos, ha dicho, se está trabajando ya en la redacción de los estatutos y la constitución de la sociedad, al tiempo que se elige a su equipo gestor y se presenta a inversores.
El "banco malo" se hará cargo de todos los activos adjudicados y todos los activos ligados al crédito promotor, tanto problemáticos como no de las entidades que reciban ayudas, por lo que el Gobierno calcula que tendrá un tamaño próximo a los 60.000 millones de euros.
De Guindos ha destacado que el objeto de la sociedad es facilitar el saneamiento de las entidades, liberar capital y permitir que se lleve a cabo una gestión profesional de los activos inmobiliarios, al tiempo que se contribuye a dinamizar este mercado.
La sociedad tendrá mayoría de accionistas privados y, como estaba previsto, se crearán varios fondos con distintos tipos de activos para facilitar la entrada de inversores institucionales interesados en comprar parte de los 89.000 pisos o los 13 millones de metros cuadrados de suelo.
Para ofrecer rentabilidad a sus accionistas, entre los que se da por hecho que estará el resto de la banca, el "banco malo" comprará los activos inmobiliarios con importantes descuentos sobre el valor en libro, que de media son del 63 %.
En el caso del suelo, la rebaja se eleva al 79,5 % y las entidades nacionalizadas aportarán cerca de 3.800 millones de euros en este tipo de activos.
En las promociones en curso, el precio al que se transfieren los activos al "banco malo" será del 63,2 % y en las viviendas terminadas, del 54,2 %.
En los préstamos a promotores, otro de los activos que se podrán traspasar al "banco malo", el descuento medio es del 45,6 %, incluyendo recortes del 32,4 % para proyectos ya terminados y del 53,6 % para créditos destinados a financiar suelo urbano.