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El colectivo de víctimas del terrorismo Covite ha preguntado al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, "por qué se niega a dar la orden de desmantelar definitivamente a ETA". El colectivo ha exigido la disolución de la banda terrorista ante el Ministerio del Interior en Madrid. La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha estado acompañada de Ana Velasco y Begoña Velasco, hijas de Jesús Velasco, jefe del Cuerpo de Miñones de Alava asesinado por ETA en 1980, y Ana María Vidal-Abarca, cofundadora de la AVT. También han acudido Concepción Martín, viuda del teniente coronel del Ejército Pedro Antonio Blanco, asesinado por ETA en 2000; María Jesús González, víctima de un atentado junto a su hija, Irene Villa en 1991; Antonia de Frutos, hija del cabo primero de la Guardia Civil Antonio de Frutos, asesinado por ETA en 1976 o Concepción Fernández, viuda del guardia civil Aurelio Prieto, asesinado en 1980.

Las víctimas de ETA, que portaban carteles en los que se podía leer mensajes como 'Queremos la derrota policial de ETA', han pedido, frente al Ministerio del Interior, que el Ejecutivo central "de la orden de disolver definitivamente a ETA y que las Fuerzas de Seguridad sean las únicas protagonistas de su final".

Ordóñez ha denunciado que Zoido "se ha negado hasta ahora a recibir" a las víctimas de la banda terrorista y le ha emplazado a explicar "por qué este Gobierno no disuelve a ETA, por qué permite que ETA escriba el relato de su final y por qué se niega a escenificar su derrota".

"Hace siete años que ETA anunció el cese de la violencia y desde entonces el Gobierno le suplica que se disuelva", ha afirmado, para añadir que "no oímos decirles a los terroristas del Dáesh que se disuelvan, ni a los ladrones que dejen de robar, ni a los violadores que dejen de violar".

En este contexto, la presidenta de Covite ha recordado que "a los delincuentes no se les suplica, se les detiene" y ha denunciado que desde el anuncio del "cese de la actividad armada de ETA, el 20 de octubre de 2011, el Gobierno ha permanecido impasible ante los movimientos de la organización terrorista".

"No ha investigado la supuesta destrucción de armas por parte de ETA en diciembre de 2016 en Luhusso (Francia), pese a que podrían servir para esclarecer los casi 400 crímenes sin resolver de ETA; tampoco ha cuestionado el supuesto desarme de Bayona, puesto en entredicho por la lucha antiterrorista francesa; ha ignorado las informaciones que apuntaban a que el etarra David Urdín Pérez estaba limpiando las armas utilizadas por la banda; y ha hecho oídos sordos a las mentiras de la izquierda abertzale en torno a cambios en la política penitenciaria francesa", ha incidido.

"TEATRO DE LA DISOLUCION"

Finalmente, Ordóñez ha alertado de que el Gobierno central "podría permitir el teatro de la disolución" de la banda terrorista con "un supuesto aval internacional", en lugar de "frenar la propaganda, desplegar la diplomacia y darnos la foto de la derrota de ETA".

En este contexto, ha advertido de que "los únicos protagonistas del final de ETA deben ser las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad" y ha afirmado que todavía "falta la operación final que termine de desmantelar la banda", porque "solo esa foto será la certificación de que la derrota se ha producido".