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La madre del 'Cuco', único condenado en relación al caso Marta del Castillo, Rosalía García Marín, ha asegurado este miércoles que sobre las 1,30/2,00 horas del día 25 de enero de 2009 su hijo se encontraba durmiendo en el domicilio familiar, pues fue a su cuarto, le dio un beso, cerró la puerta del dormitorio y después se trasladó al suyo, y que tras ello no volvió a verlo hasta el mediodía del mismo día, cuando le contó que había desaparecido una amiga suya, en referencia a la víctima.

Durante la decimocuarta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial por la desaparición y el presunto asesinato de la joven, la testigo, que ha acudido a declarar en silla de ruedas con una pierna escayolada a consecuencia de una caída, ha explicado que, junto con su marido, llegó a casa sobre las 2,00 horas y vio a su hijo durmiendo, precisamente en la franja horaria en la que las acusaciones mantienen que se produjo la desaparición del cuerpo de la víctima.

De este modo, ha relatado que el día 24 de enero, sobre las 17,00 horas, vio cómo su hijo salió de casa en bicicleta. Ha indicado que, esa tarde, estuvo trabajando en el bar regentado junto a su marido y, una vez cerró el establecimiento, se fueron a tomar una copa, no volviendo a casa hasta las 1,30/2,00 horas, cuando entró en el cuarto del 'Cuco' y lo vio dormido, motivo por el que no pudo hablar con él y únicamente le dio un beso de buenas noches.

Preguntada por las llaves del vehículo Vlkswagen Polo que supuestamente se habría empleado para hacer desaparecer el cuerpo --aunque Miguel aseguró que el 'Cuco' y Samuel Benítez usaron un coche propiedad de un tío de este último--, la testigo ha puesto de manifiesto que las tenía en el mismo llavero que las llaves de casa, y que solía dejarlas en la entrada de la vivienda, aunque no ha precisado si la podrían haber cogido sin que ella se diera cuenta.

RECONOCE QUE MANDO "ASPIRAR" EL COCHE

En este sentido, ha indicado que, al día siguiente, las llaves se encontraban en el mismo sitio y el coche estaba aparcado también en el mismo lugar donde lo dejó --"si lo hubieran movido de sitio, me hubiera dado cuenta"--. Sobre este mismo asunto, ha reconocido que en los días posteriores a la desaparición de la joven llamó desde el trabajo a su marido para que pidiese a su hijo y a Samuel que aspiraran su coche, algo que "nunca" antes les había solicitado.

Asimismo, ha dado a conocer que, en los días posteriores a la desaparición de Marta del Castillo, recibió una llamada telefónica en la que "una voz masculina" le "amenazaba" para que "no hablara sobre estos hechos", punto en el que ha aseverado que su hijo "también se ha sentido amenazado en algún momento". De otro lado, ha admitido que fue ella misma quien, tras la desaparición de Marta, hizo desaparecer la colección de navajas propiedad de su hijo, y también que llamó al 'Cuco' "para que tuviera cuidado porque los teléfonos estaban pinchados".

En la jornada de este miércoles han declarado también otros cuatro testigos, uno de los cuales ha asegurado que sobre las 21,10 horas del 24 de enero, cuando salía del bloque donde vivía Marta, vio a la joven sosteniendo la puerta del bloque, y una vez fuera, observó a un "chaval joven" en moto. "Marta era con toda seguridad la chica que estaba en la puerta", ha subrayado.

SEGUN EL TAXISTA, EL HERMANO DE CARCAÑO LLEVABA UNA BOLSA CON BOTELLAS

Por su parte, otra testigo ha indicado que cree que vio a Marta dos días después de su desaparición, sobre las 18,30 horas, "llorando" junto a un hotel de Plaza de Armas. "No puedo afirmar al 100 por cien que fuera ella, pero al 50 por cien sí", ha llegado a decir.

De otro lado, hoy han trascendido más detalles de la declaración ante el Grume del taxista que habría trasladado la madrugada del 25 de enero de 2009 al hermano del autor confeso del crimen desde la calle Luis Montoto hasta León XIII, quien ha asegurado que el acusado portaba una bolsa de plástico que contenía "botellas con líquido".

Así, fue sobre las 00,15/00,30 horas del día 25 de enero cuando un individuo solicitó su servicio en la confluencia de Luis Montoto con Juan Antonio Cabestany y le pidió que lo llevara a León XIII, añadiendo que el servicio tuvo un coste de ocho euros "con algo", y que el individuo que identifica como Francisco Javier Delgado "le dio diez euros, y al ir a devolverle el dinero restante y le dijo 'déjelo, buen servicio'".

Preguntado por las características físicas de la persona que trasladó, el taxista dijo a los agentes que "tenía el pelo algo canoso, corto, y barba de varios días", así como "una especie de mancha, verruga o lunar visible", mientras que "iba vestido de negro, con una cazadora con dos bolsillos en el pecho".

LA VOZ "ALGO RONCA"

Asimismo, el cliente llevaba una bolsa de plástico de color blanco anudada con dos nudos. Según precisó, el cliente colocó la bolsa en el suelo del taxi, y en una curva que dio para coger la calle León XIII "la bolsa se volcó, y sintió que lo que llevaba en el interior fuera líquido con botellas de plástico". También dijo recordar que "de los ojos recuerda la mirada profunda", y la voz "algo ronca; un tono de voz algo peculiar".

Tras ello, indicó a los agentes que ese fue el último servicio de esa noche, y que al dejar al cliente en León XIII "había aparcado un coche en doble fila que no le permitía el paso ligero, por lo que tuvo que pasar con cuidado de no dar a su coche". Tras el servicio, y antes de ir a casa, pasó a recoger la cena en un Kebab ubicado en la Glorieta del Alamillo.

Aseguró a los agentes que, a los pocos días, escuchó en la televisión que se sabía que el último sitio donde había estado la menor era un domicilio de León XIII, y cuando escuchó eso "se dijo a sí mismo 'anda mira que casualidad, yo el sábado llevé a un individuo a esa calle'", un extremo que le llegó a comentar a su esposa.

LA ACUSACION PIDE QUE DECLAREN EL DUEÑO DEL KEBAB Y UN AMIGO DE DELGADO

Además, vio imágenes de los detenidos cuando salían de la casa, y vio a uno de ellos que salía con una chaqueta en las manos, "que por el corte de pelo le resultó conocido", a todo lo cual se unen las imágenes de Delgado saliendo de la cárcel, momento en el que "seguía pensando que este individuo era el cliente que había llevado esa noche a León XIII".

Preguntado sobre por qué "ha tardado tanto" en poner en conocimiento de la Policía estos detalles, aseveró que hablaba con su mujer y ésta le decía que "si ya estaban detenidos, que la Policía tendría los suficientes datos para haberlo hecho", a lo que se suma que cuando escuchó la voz del acusado en el juicio "reconoció sin ningún género de dudas la voz de esta persona como la del cliente" que trasladó esa noche a León XIII.

La Policía también ha tomado declaración a la mujer del taxista; al propietario del local donde el testigo compró los kebab, y a un amigo de Francisco Javier Delgado, identificado como Juan Antonio Barranco --que ya declaró como testigo en el juicio--, que sustituía algunas veces en el bar al hermano de Miguel Carcaño y que ha dicho que Delgado poseía una cazadora oscura con dos bolsillos en el pecho, que no solía afeitarse todos los días y que llevaba el pelo "siempre rapado".

La Fiscalía ha dado traslado al tribunal de las diligencias de investigación preprocesales incoadas y ha solicitado la declaración como testigos del taxista y de su mujer. Tras este receso, los letrados del hermano de Carcaño, de María García y de Samuel se han opuesto a la práctica de la prueba, mientras que la letrada de Miguel no se ha opuesto. De su lado, la acusación particular se ha adherido a la petición del fiscal y ha pedido que declaren también el dueño del kebab y Juan Antonio Barranco, éste por segunda vez.