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La Guardia Civil ha desarticulado una red de tráfico ilegal de aves rapaces, en grave peligro de extinción. Una de las ramificaciones de esta organización estaba en un centro de recuperación del aguila imperial en Sevilla. Sus gestores recibían un millón de euros al año de la Junta de Andalucía, para reproducir especies en cautividad. Pero lo que hacían era expoliar nidos del medio natural.

16 personas han sido detenidas en 9 provincias españolas. Tenían en su poder más de 100 ejemplares vivos y 11 muertos.

El capitán de la Guardia Civil, José Manuel Vivas, ha confirmado que la red también se encargaba de falsificar los documentos que obligatoriamente tienen que poseer este tipo de animales.

Entre los detenidos hay aficionados a la cetrería o simplemente coleccionistas, que saben dónde encontrar estos nidos.

Este comercio ilegal puede llegar a mover unos 400.000 euros al año en España, pero también acabar con decenas de especies en serio peligro de extinción.