El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán ha evitado dar más detalles sobre una operación de compraventa "ficticia" de inmuebles a su hermano pequeño, al que ha reconocido que asesoraba en cuestiones económicas, porque ya admitió la semana pasada el vaciamiento patrimonial de Marsans.
"Sobre este tema no voy a contestar a ninguna pregunta. Ya el último día he reconocido los hechos", ha respondido el que fuera el máximo responsable de la patronal al abogado de su administración concursal en la segunda sesión del juicio por estos hechos celebrado en la Audiencia Nacional.
Previamente, Díaz Ferrán sí que había contestado a otros letrados que representan a las empresas consideradas como responsables civiles subsidiarias que se opusieron al pacto alcanzado por los once acusados y la Fiscalía, por el que el ex dueño del grupo turístico aceptó una condena a cinco años y medio de prisión.
Lo hizo tras declararse culpable el pasado jueves de los delitos de alzamiento de bienes, concurso fraudulento, blanqueo de capitales e integración en grupo criminal, los mismos que confesó el empresario Ángel De Cabo y por los que aceptó una pena de cinco años de cárcel.
El interrogatorio a Díaz Ferrán ha versado sobre la adquisición por parte de su hermano Manuel de cuatro locales en la calle Velázquez de Madrid, dos inmuebles en Calvià y otro en Ciutadella que habían pertenecido a la sociedad patrimonial de su hermano Grudisan, y del empresario Jamal Iglesias de varios hoteles del Grupo Marsans.
Grudisan Inversiones transmitió a la mercantil Quatre Bras, vinculada a De Cabo, los locales de Madrid y las viviendas de Baleares por un precio de 14,26 millones, aunque como el comprador los retuvo para abonarlo directamente a los bancos acreedores, en realidad no hubo entrega de cantidad alguna. Al final, las propiedades acabaron en manos de Implementación de Proyectos, del hermano pequeño de Díaz Ferrán, operación en la que la sociedad Gamad fue intermediaria.
Tras ser preguntado por esta cuestión, el expresidente de la CEOE, que ha pedido que hablaran un poco más alto porque está "mal de los oídos" y se le ha "desconectado un audífono", ha reconocido que aconsejó a su hermano que adquiriera las propiedades, pero le ocultó que primero habían sido suyas.
Según ha explicado, solía asesorarle en temas económicos porque "padece Parkinson desde hace años y esto le ha generado otros trastornos, mentales y de movilidad, de sueño...".
"Yo pretendía que hiciera inversiones que le produjeran una renta y por eso le aconseje que fuera a Gamad", ha defendido Díaz Ferrán, que ha precisado que "en esos momentos no tenía la propiedad de esos inmuebles, el propietario real eran las entidades financieras".
No obstante, a preguntas del abogado de Meliá Hoteles, el acusado ha zanjado la cuestión espetándole: "Yo no he hecho ninguna venta ficticia, no le voy a contestar más". Su hermano Manuel, que ha declarado como testigo acompañado de un asistente, ha confirmado su versión y ha asegurado que desconocía que los inmuebles hubieran pertenecido a su hermano mayor.
Así, el hermano pequeño de Díaz Ferrán, que ha afirmado que en la actualidad no cuenta con ningún capital salvo "25 euros" y que "vive de sus amigos" que le ayudan a moverse, ha subrayado que él se dejaba aconsejar por sus asesores y que siempre confiaba en ellos.