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Las acusaciones, personadas en el caso Faisán, reclaman que el juez Ruz cite al Secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho por la gran relevancia que su testimonio puede aportar a la causa como el superior jerarquico que era del imputado García Hidalgo. Recuerdan que la ausencia de llamadas entre ellos durante el chivatazo se debe a que estaban juntos en un acto.

Antonio Camacho, número 2 del Ministerio del Interior. Es la mano derecha de Alfredo Pérez Rubalca. El hombre que Dignidad y Justicia pide que declare por el chivatazo que presuntamente dio la policía a ETA en 2006.

El juez Pablo Ruz lo desestimó atendiendo al informe policial en el que se explica que durante el chivatazo no hubo llamadas entre el imputado Víctor García Hidalgo, entonce director de la Policía y su superior inmediato, Antonio Camacho. Se supone entonces que es que el secretario de Estado no estaría al corriente del asunto.

Ahora bien, dice Dignidad y Justicia: es que Victor García Hidalgo no necesitaba llamar a Antonio Camacho durante el chivatazo. Porque estaban los dos juntos en este acto: la toma de posesión de joan Mesquida como director de la Guardia Civil.

EL PP DENUNCIA LA ACTITUD DE LA FISCALIA ANTE EL CHIVATAZO

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha reconocido este lunes que en el PP hay "una obsesión" para que no se negocie con ETA y que la banda no pueda entrar en las instituciones y ha avanzado que precisamente por este motivo le parece "tan infame" el caso Faisán por el que se investiga un supuesto chivatazo a la organización terrorista.

En rueda de prensa tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, Cospedal ha recordado que su partido siempre ha sido "coherente" en su posición de rechazo al diálogo con ETA y su presencia en las instituciones públicas. "En el PP siempre hemos sido coherentes con ese criterio, lo hemos mantenido y hemos apoyado al Gobierno cuando ha cambiado su postura", ha defendido.

Por ello, ha rechazado las acusaciones del presidente del Congreso, José Bono, enmarcando el caso Faisán entre otras "obsesiones" como algunas teorías del 11-M o interpretaciones del golpe de Estado del 23-F. "Lo único que le puedo decir con relación al caso Faisán es que hay una obsesión del PP, y es que no se negocie con ETA y que ETA no se pueda presentar a las elecciones", ha respondido Cospedal.

A su juicio, tanto Bono como cualquier persona que siga "mínimamente" la vida política española tiene que reconocer el compromiso de los 'populares' en la lucha contra el terrorismo. "Por eso nos parece tan infame que se produjera un chivatazo en el bar Faisán que perjudicaba a la Policía y favorecía a los etarras", ha remarcado.

La secretaria general de los 'populares' ha confesado que los temas relacionados con ETA son "peligrosos" y ha calificado como "extraño" para alguien que está en política "no tener bien claro" que el PP siempre ha defendido que la banda no pueda estar presente en las instituciones españolas.