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Lo cuenta El País en su edición de hoy domingo. ETA amenazó al Gobierno socialista en convertir en un Vietnam si se rompía el proceso de negociación abierto con la banda terrorista ETA. El presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, uno de los principales negociadores del gobierno de Zapatero en las conversaciones con la banda terrorista, narra con pelos y señales en el libro "ETA, las claves de la paz" (Editorial Aguilar), escrito junto a Luis Rodríguez Aizpeolea, periodista de EL País, los entresijos ocultos de una negociación.

“Lo que yo diga va a misa. Podemos atentar donde queramos y como queramos. Si se rompe el proceso, esto va a ser Vietnam. Responderemos a las detenciones con un atentado en España”. Son las palabras amenantes de Francisco Javier López Peña, Thierry, jefe político de ETA, dirigidas al representante del gobierno en la negociaciones, Jesús Eguiguren. Los hechos tuvieron lugar el 11 de diciembre de 2006, en un restaurante en Oslo (Noruega), ciudad donde se están desarrollando las conversaciones entre el Gobierno y ETA, iniciadas en 2005. Poco después, exactamente 19 días, la amenaza se cumple: ETA hace estallar un coche bomba en la terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas y mata a dos ciudadanos ecuatorianos, aunque el proceso de diálogo, a pesar de los asesinatos, se alargaría hasta mayo de 2007. hecho, éste, que siempre negó el Gobierno

Eguiguren narra las claves del proceso de negociación con la banda terrorista de sus inicios a principios de 2000, con el gobierno de Aznar, en un caserio de Txillarre. Desde aquella fecha y en aquel lugar, el presidente de los socialistas vascos habló en numerosas ocasiones con Arnaldo Otegi, conversaciones que mantendría vivas durante cuatro años- Tras la llegada al poder en 2004 del PSOE, Eguiguren confirma que se estableció un cauce oficial a través de Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz del PSOE en el Congreso, que canalizarían dichos contactos.

Según cuenta Eguiguren, aquellos inicios conclureon con con el envío de una primera carta a Moncloa por parte de ETA, en verano de 2004. Él actuaría como cartero y se la entregaría personalmente a Rubalcaba en Santander. La misiva etarra expresaba su disposición a comenzar un diálogo. En febrero de 2005, en una segunda misiva ETA vuelve a expresar su plena disposición para encauzar una vía de comunicación directa y estable para iniciar una negociación política que de salida al conflicto. ETA pedía que el inicio de dicha negociación estuviera bajo los auspicios de una organización internacional. Una tercera carta, en abril de 2005, desvelaba que ‘la organización no gubernamental bajo cuyos auspicios tendría lugar el encuentro es HD Centre for Humanitarian Dialogue, con sede en Ginebra (Suiza)’, sería la auspiciadora de los encuentros, que elaboraría la hoja de ruta de las negociaciones.

Aquello concluiría con el inicio de las negociaciones en junio de 2006, cuyas bases serían pactadas por Josu Ternera, huido de la Justicia, y Jesús Eguiguren. El 22 de marzo de 2006, ETA declaró una tregua permanente. El Gobierno llevó al Congreso una propuesta de resolución que daba cobertura a un proceso para el final dialogado del terrorismo. Todos los grupos, salvo el PP, apoyaron esa resolución.

Eguiguren inicia el diálogo con ETA acompañado de Javier Moscoso, exministro de Presidencia. Según cuenta, “la reunión no la convocó ETA para empezar las conversaciones fijadas en la hoja de ruta del proceso (que nunca llegarían a celebrarse), sino para quejarse”.

“El encuentro fue frío, acorde con la situación. En aquella reunión se trató solo de hacer un balance de lo sucedido en los tres meses que llevaba vigente la tregua. ETA explicó que no habría reuniones de otro carácter hasta que no se resolviera el problema de la seguridad para que ellos pudieran moverse en el exterior (..). Fue solo una reunión de quejas. Nos entregaron una carta para Zapatero”, recoge el diario.

AMENAZAS

Josu Ternera diría en aquella reunión “que estábamos jugando con fuego. Que sería muy grave que hubiera en el Gobierno una interpretación distinta de lo acordado en Ginebra y Oslo porque seguían las detenciones y porque ni la legalización de facto de Batasuna, ni el pacto de Estado se habían cumplido. Terminó amenazando con que si las cosas seguían así se podía llegar a la suspensión del proceso y a la vuelta de ETA a los atentados".

Tras aquello, en sptiembre de 2006, entra en escena Thierry. A las nuevas conversaciones se incorporan el jefe de ETA, y por parte del Gobierno, José Manuel Gómez Benítez, catedrático de Derecho Penal y vocal del Poder Judicial a propuesta del PSOE. “La novedad más importante fue la presencia de Thierry, que empezó acusando al Gobierno de poner en marcha la doctrina Parot para utilizar a los presos. Por entonces, Iñaki de Juana Chaos había iniciado una huelga de hambre, como medida de presión para su excarcelación. Sobre ésta, los representantes de ETA explicaron que “no era cosa suya, era un problema sobrevenido y que la responsabilidad era del Gobierno que iba a poner muertos sobre la mesa”.

Entre septiembre y diciembre, se produjeron al menos siete reuniones entre representantes del gobierno y ETA. En paralelo, hubo tambien encuentros de caracter político entre el PSE, PNVy Batasuna en Loyola. Aquellas conversaciones no llegarían a ningún lado y tras amenantes chantajes ETA acabaría atentantdo en la Terminal de Barajas. Aunque el Gobierno, públicamente, dio por roto el proceso, las conversaciones continuarían en secreto durante el 2007, confirma Eguiguren. El Gobierno, por su parte, siempre lo ha negado