Ni tan siquiera ha arrancado el tantas veces aplazado "proceso de escucha" de Yolanda Díaz para promover una candidatura electoral en 2023 cuando el ensayo en Andalucía de lo que podrían ser los mimbres de ese frente amplio ha evidenciado las dificultades que esperan a la vicepresidenta segunda del Gobierno.
Por mucho que ella ha insistido en que su propuesta electoral no tiene nada que ver con la coalición andaluza, de la que Podemos ha quedado fuera por no registrarla a tiempo aunque hay un acuerdo que aseguran respetar todos los firmantes, la formación morada e IU sí ven en esta alianza un primer paso.
Aunque también puede ser la primera piedra en el camino de Yolanda Díaz por el choque que se ha producido entre Podemos e Izquierda Unida, que han tensado la cuerda hasta el último momento por quien debería ser el candidato a la Junta de Andalucía, un pulso que al final ha ganado IU y la ministra de Empleo, al imponer a Inmaculada Nieto, frente al aspirante morado, Juan Antonio Delgado.
Los partidos que han suscrito este acuerdo andaluz (IU, Más País, Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz más Podemos y Alianza Verde, que están fuera de la coalición Por Andalucía) dan por superado el lance al margen de que quede algún aspecto por resolver, aunque el enredo les ha pasado factura y han quedado resquemores.
En el caso del exsecretario general de Podemos Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, a la que él designó como su sucesora, más que resquemores lo que se ha puesto de relieve es la ruptura total, después de meses distanciados, y en ningún momento se contempla que puedan participar juntos en un acto electoral de las andaluzas, como apuntan fuentes de la coalición.
Iglesias, que sigue teniendo mucha influencia en el alma de Podemos, ha dicho estos días que el proyecto de Yolanda había arrancado "de la peor manera", además de acusarle de decidir a dedo que Nieto fuera la candidata.
Es desde este escenario del que parte Yolanda Díaz, que iniciará el proceso de escucha después de estas elecciones autonómicas para decidir si encabeza o no una candidatura transversal y sin protagonismo de los partidos, lo que, en caso de prosperar, le obligará a hacer malabares para que su proyecto llegue a buen puerto.
Fuentes moradas dan por hecho que al igual que ha pasado en Andalucía, habrá algún lío, sobre todo por la configuración de las listas, ya que en este caso el liderazgo está cerrado.
No obstante, creen que todos deben tener altura de miras para superar los baches que se vayan encontrando en favor de un proyecto, dicen, en beneficio de los ciudadanos.
Otras fuentes de partidos que integran la alianza andaluza aseguran que la propuesta de Díaz se hará realidad porque "no queda otra", no hay alternativa y pese a las dificultades habrá que entenderse.
En todo caso habrá que ver qué rendimiento electoral sacan a la coalición el 19 de junio, cuando se celebran las elecciones, en lo que será el primer tanteo del plan de confluencia de la vicepresidenta segunda.
Según diferentes sondeos publicados en los últimos días, Por Andalucía obtendría en torno al 8,9 por ciento de los votos y Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez, con quien no ha sido posible el encaje tras la ruptura en 2020, un 4 por ciento.
Cuando Adelante Andalucía se presentó en las elecciones del 2 de diciembre de 2018 consiguió el 16,18 por ciento de los sufragios y 17 escaños y entonces esa alianza electoral la integraban Podemos, Izquierda Unida-Los Verdes, Anticapitalistas, Izquierda Andalucista, Primavera Andaluza y Defender Andalucía