El exjefe etarra Ata se niega a declarar sobre el atentado de Sangüesa
En el atentado en el que fallecieron dos policías nacionales, el 30 de mayo de 2003, al explotar la bomba lapa adosada a su coche oficial
El exjefe de ETA Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, se ha acogido este martes a su derecho a no declarar en la causa en la que se investiga su participación en el atentado en el que fallecieron dos policías nacionales en Sangüesa (Navarra), el 30 de mayo de 2003, al explotar la bomba lapa adosada a su coche oficial.
Un minuto ha durado su comparecencia ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge debido a su negativa a responder, según han informado a Efe fuentes presentes en la declaración.
El magistrado tenía también previsto interrogar a la presunta compañera de Ata en el comando Basajaun, Miren Itxaso Zaldua, Sahatsa, si bien al haber quedado recientemente en libertad tras ser juzgada por el asesinato del presidente del PP en Aragón Manuel Giménez Abad, en 2001, no ha podido ser citada, por lo que finalmente se la llamará a declarar en septiembre.
En esta causa, abierta en 2022 tras una querella de Dignidad y Justicia, están siendo investigados una decena de dirigentes etarras. La reciente incorporación de un informe de la Guardia Civil con la declaración de un testigo motivó que el juez ampliase la imputación, entre otros, a Carrera Sarobe y a Zaldua, a quienes se atribuye el liderazgo del comando Basajaun, que, según dicho informe, tenía la "hegemonía terrorista" en Navarra en 2002 y 2003.
Desde que se reabrió esta causa han declarado varios testigos y uno de ellos situó a Ata en el lugar en el que se produjo el atentado contra dos policías nacionales en Sangüesa (Navarra), unas tres horas antes de la explosión de la bomba lapa adosada a su coche.
A Carrera le acompañaban en ese momento, según este testigo presencial, Jon Lizarribar y Gurutz Aguirresarobe, que en aquellas fechas integraban el comando Basajaun.
Relató la presencia de tres hombres jóvenes con una mochila tan solo unas tres horas antes del atentado en la Plaza de Santo Domingo, donde los agentes dejaban aparcado habitualmente el coche oficial mientras desempeñaban el servicio de expedición de los DNI en la Casa de la Cultura.
El testigo apuntó en concreto a Lizarribar y a Aguirresarobe "como los hombres que entraron en la plaza a bordo del VW Golf GTI de color negro", mientras que Ata se trataría de la tercera persona que, según su relato, "se aproximó a ellos a escasos metros del vehículo donde explotó el artefacto".
En este atentado fallecieron los policías Julián Embid Luna y Bonifacio Martín Hernández, y causó dos heridos: un tercer agente y un trabajador de Telefónica.
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